Skate vs. longboard: ¿Similitudes, diferencias? Descúbrelo

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Redacción Martí

21 octubre, 2024

Un chico sosteniendo su longboard a diferencia de una patineta de skate

Dos mundos con una tabla en común

Tanto el skate como el longboard nacen de la pasión por moverse sobre ruedas, llevando la energía del surf a las calles.

Aunque comparten una misma esencia, cada uno tiene características propias que lo hacen único.

Si alguna vez has sentido curiosidad sobre cuál se adapta más a tu estilo, ¡estás en el lugar correcto!

Vamos a explicarte con Martí Mx no solo en qué se parecen, sino también las diferencias clave entre ambos.

¿Lo mejor de todo?

No tienes que elegir uno y quedarte ahí; lo divertido es explorar ambos mundos y encontrar tu propio flow.

Así que ponte ropa cómoda y casual, uno tenis street style; ¿una botella de agua?, ¿por qué no?

Y vamos a rodar.

1. Historia compartida, pero caminos diferentes

Ambas disciplinas comenzaron a desarrollarse en los años 50 y 60 en California, como una manera de trasladar la experiencia del surf a la tierra firme cuando las olas no estaban ideales.

Sin embargo, su evolución tomó rumbos distintos.

El skate se enfocó rápidamente en la cultura urbana, adaptándose a las calles, barandales y parques de concreto, convirtiéndose en una de las disciplinas más icónicas del deporte extremo.

Por otro lado, el longboard mantuvo un enfoque más cercano al surf, con un estilo más fluido y orientado hacia los trayectos largos y descensos.

Mientras que los skaters buscaban dominar trucos cada vez más complejos, los longboarders perfeccionaban su técnica en carving (curvas amplias) y downhill (descensos rápidos).

Hoy en día, ambos mundos coexisten, compartiendo raíces pero con expresiones muy distintas.

2. Diferencias en el tamaño y la forma de la tabla

El tamaño de la tabla es uno de los factores que más distingue al skate del longboard.

Una tabla de skate tiene entre 70 y 85 centímetros de largo y aproximadamente 20 centímetros de ancho.

En cambio, los longboards pueden medir entre 90 centímetros y 1.5 metros, dependiendo del tipo de tabla y el estilo de uso.

Además, las formas de cada tipo de patineta varían considerablemente.

Las tablas de skate tienen un diseño más estandarizado con nose y tail elevados, lo que facilita los trucos al permitir levantar la tabla del suelo con un simple golpe.

Los longboards, en cambio, presentan formas más diversas, como el pintail (con un diseño más alargado y cónico) o el drop-through (donde los ejes están montados a través de la tabla, brindando más estabilidad).

Cada diseño responde a diferentes necesidades, lo que hace que ambas disciplinas tengan una gran versatilidad.

3. Maniobrabilidad: ¿Cuál es más fácil de controlar?

El skate es perfecto para espacios reducidos y maniobras precisas.

Es por eso que lo ves en parques de skate, plazas y cualquier rincón de la ciudad.

Esto es porque puedas improvisar con un bordillo o una barandilla.

Sin embargo, requiere más habilidad y control para mantener el equilibrio, especialmente cuando empiezas a probar trucos como el ollie o el flip.

Por otro lado, el longboard, gracias a su mayor tamaño y estabilidad, es más fácil de controlar, especialmente para trayectos largos.

Si te gusta la sensación de deslizarte con fluidez o recorrer distancias sin preocuparte demasiado por perder el equilibrio, el longboard es tu mejor opción.

Es especialmente útil en paseos por la ciudad o rutas de descenso, donde puedes disfrutar de un ritmo más relajado y constante.

4. Trucos y estilo de patinaje

El skate es sinónimo de creatividad y técnica.

Aquí es donde brillan los trucos, desde movimientos básicos como el ollie hasta combinaciones más avanzadas como el kickflip o el 360 shove-it.

Cada truco requiere precisión, práctica y mucha paciencia.

Pero la sensación de lograrlo por primera vez es inigualable.

Los skaters también destacan en el grinding, donde deslizan las tablas sobre barandillas y bordillos, llevando el arte del patinaje a otro nivel.

El longboard, en cambio, tiene un enfoque distinto.

Si bien también existen trucos, como los slides (deslizamientos controlados) o el dancing (movimientos fluidos sobre la tabla), el objetivo principal es disfrutar del movimiento.

Los longboarders suelen priorizar la velocidad y el flow, haciendo que cada recorrido se sienta como una experiencia de libertad.

5. Tipos de ruedas: velocidad vs. agarre

Otro aspecto que diferencia al skate del longboard es el tipo de ruedas.

Las ruedas de skate miden entre 50 y 60 milímetros de diámetro y suelen ser duras, lo que permite más precisión en los trucos y un mejor deslizamiento en superficies lisas.

Sin embargo, este tipo de ruedas no es ideal para terrenos rugosos, ya que no ofrecen mucho agarre.

Las ruedas de longboard, por su parte, tienen un diámetro mayor.

Este diámetro oscila entre 70 y 100 milímetros, y son más blandas.

Esto les proporciona un mejor agarre y absorción de impactos, haciéndolas ideales para rodar en superficies irregulares o en descensos pronunciados.

Si lo tuyo es la velocidad y los trayectos largos, las ruedas de longboard te darán la comodidad que necesitas.

6. ¿Qué tan importante es la velocidad para ti?

Si buscas adrenalina pura y amas sentir el viento en la cara mientras recorres una pendiente, el longboard es tu opción.

Este tipo de tabla está diseñado para alcanzar velocidades superiores a los 80 km/h en descensos profesionales, lo que lo convierte en una opción perfecta para quienes aman los retos a alta velocidad.

El skate también puede ser rápido, pero su diseño está más enfocado en la técnica y los trucos.

Es ideal para quienes disfrutan de maniobras precisas y no buscan necesariamente recorrer largas distancias a gran velocidad.

Ambos estilos ofrecen su propia versión de la emoción, pero la elección dependerá de qué tipo de experiencia buscas.

un skater practicando en la calle en una serie de obstáculos a diferencia de alguien que practica longboard
El skate requiere más equilibrio y es un deporte de acrobacias. Fuente: Freepik

7. ¿Cuál es más fácil para empezar?

Si nunca has tocado una tabla, el longboard es más amigable para los principiantes.

La mayor superficie y estabilidad de la tabla facilitan el equilibrio, permitiéndote ganar confianza rápidamente.

Puedes empezar con trayectos suaves y poco a poco aventurarte en pendientes más pronunciadas.

El skate, en cambio, requiere más tiempo y práctica para dominar los trucos básicos..

Y también ofrece un reto constante que lo hace emocionante.

Cada pequeño logro se siente como una victoria personal, y eso es parte de lo que engancha a los skaters desde el primer día.

8. Impacto físico: ¿Cuál es más demandante?

Ambos estilos exigen habilidades físicas, pero de formas distintas.

El skate demanda fuerza en las piernas, coordinación y resistencia, especialmente cuando practicas trucos repetidamente.

No es raro terminar agotado después de una sesión intensa en el parque.

El longboard, aunque menos técnico, requiere resistencia para recorridos largos.

Además, los descensos a alta velocidad pueden ser físicamente demandantes, ya que necesitas mantener el control durante todo el trayecto.

Si buscas algo más explosivo, el skate es ideal; pero si prefieres la resistencia, el longboard será tu opción.

9. ¿Por qué elegir uno, si puedes disfrutar de ambos?

Lo mejor de estos dos mundos es que no tienes que limitarte.

Puedes tener una tabla de skate para los días en los que quieres desafiarte con trucos y una de longboard para cuando prefieras recorrer la ciudad o aventurarte en descensos.

Cada estilo tiene algo único que ofrecerte, y ambos comparten una misma esencia: disfrutar sobre ruedas.

Encuentra tu propio flow en el asfalto

Ya sea que elijas el skate, el longboard o ambos, lo importante es que encuentres tu estilo y disfrutes del viaje.

Al final del día, la patineta es una herramienta para expresarte.

Conecta con otros y vive momentos épicos.

Así que no importa cuál elijas hoy.

Lo importante es que sigas rodando y haciendo de cada trayecto una experiencia inolvidable.

¿Listo para rodar? 🛹

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