¿Te has preguntado cómo ayudar a los más pequeños a desconectarse del mundo digital y moverse más?
Este 2025 es el año perfecto para hacer del deporte una parte esencial de sus vidas.
Nosotros sabemos que motivar a los niños a practicar actividad física puede parecer un desafío, pero con las estrategias adecuadas, ellos podrán disfrutar del movimiento mientras desarrollan hábitos saludables que los acompañarán toda la vida.
La clave está en adaptar la actividad física a su mundo, haciéndola divertida, accesible y significativa para ellos.
En Martí Mx, exploraremos cómo tú, como figura clave en sus vidas, puedes ser su mejor aliado para convertir el movimiento en una fuente de alegría y bienestar.
1. Haz que el deporte sea un juego
Los niños aprenden y se desarrollan mejor cuando están jugando.
Por eso, en lugar de enfocarte en rutinas tradicionales de ejercicio, diseña actividades que combinen movimiento con diversión.
Por ejemplo, organiza una carrera de obstáculos en casa o en el parque.
Usa cojines como “montañas”, hula-hulas como “círculos mágicos” y cuerdas para saltar como “puentes”.
Si tienes más niños en casa, convierte la actividad en una competencia amistosa y ofrece premios simbólicos como medallas hechas de papel.
También puedes jugar a clásicos como las escondidas, pero añadiendo reglas que impliquen más actividad física, como correr o saltar antes de esconderse.
La creatividad es tu mejor aliada para transformar cualquier espacio en un lugar para jugar.
2. Aprovecha sus intereses personales
Cada niño tiene intereses únicos, y utilizarlos como base puede ser la manera más efectiva de capturar su atención.
Si les encanta un personaje de dibujos animados o videojuegos, organiza actividades inspiradas en sus aventuras.
Por ejemplo, si son fanáticos de superhéroes como Spider-Man, puedes crear un circuito de entrenamiento donde practiquen trepar (con supervisión) o saltar como si fueran ellos.
Si les gustan los videojuegos de baile, prueba plataformas como Just Dance, que los mantendrán activos mientras se divierten.
Al vincular la actividad física con algo que ya aman, harás que el movimiento sea emocionante y parte de su mundo, en lugar de una tarea.
3. Sé un modelo a seguir
Los niños imitan lo que ven, y si te ven disfrutando del ejercicio, es mucho más probable que quieran unirse a ti.
Aquí es donde tú juegas un papel crucial.
Planea actividades en familia como salidas en bicicleta, caminatas al aire libre o incluso sesiones de ejercicio en casa.
Por ejemplo, organiza una “clase de baile familiar” donde todos sigan coreografías simples.
Ser divertido, esto refuerza el vínculo familiar y les muestra que el ejercicio puede ser una experiencia compartida.
Recuerda siempre mostrar entusiasmo, porque tu actitud positiva es contagiosa.
Incluso si no eres un experto en deportes, el simple hecho de intentarlo junto a ellos será una gran motivación.

4. Involucra a sus amigos
Para muchos niños, jugar con amigos es una de las mejores partes de su día.
Usa este factor social a tu favor invitando a sus compañeros a actividades físicas en grupo.
Puedes organizar un mini torneo de fútbol o simplemente planear juegos como “la cuerda” o “las traes”.
Si no tienes espacio en casa, busca opciones como clubes deportivos o talleres extracurriculares donde puedan interactuar con otros niños mientras hacen ejercicio.
Los deportes en equipo no solo fomentan la actividad física, sino que también desarrollan habilidades sociales como la cooperación, la comunicación y la empatía.
5. Crea un ambiente positivo
Para los niños, sentirse apoyados y valorados es fundamental.
Celebra cada pequeño logro, desde un salto bien hecho hasta su esfuerzo por participar en una nueva actividad.
Usa frases como “¡Increíble! ¡Mira cuánto saltaste!” o “Estoy muy orgulloso de que hayas intentado algo nuevo”.
Evita enfocarte en los errores; en su lugar, destaca lo que hicieron bien y anímalos a seguir intentándolo.
Un ambiente positivo y libre de críticas es la base para que ellos desarrollen una relación sana con la actividad física y la vean como algo divertido, no como una fuente de estrés.
6. Incorpora tecnología de manera inteligente
La tecnología no tiene que ser un enemigo del movimiento.
Hoy existen aplicaciones y dispositivos que convierten el ejercicio en un juego.
Explora opciones como apps de aventuras interactivas donde ellos sean los protagonistas y deban moverse para avanzar en la historia.
Los videojuegos activos, como los que usan sensores de movimiento, son otra excelente opción.
Algunos relojes inteligentes para niños ofrecen retos diarios, como alcanzar un número específico de pasos, lo que puede ser muy motivador.
Usa la tecnología para complementar la actividad física, sin dejar que se convierta en el foco principal.

7. Explora diferentes deportes y actividades
No todos los niños disfrutan de los mismos deportes, y eso está bien.
Lo importante es que prueben diferentes opciones hasta encontrar lo que realmente les guste.
Llévalos a clases de deportes poco convencionales como escalada, parkour o incluso artes marciales.
Si prefieren actividades artísticas, exploren juntos opciones como danza contemporánea o acrobacia.
Cuando un niño encuentra algo que realmente disfruta, estará motivado a practicarlo sin que sea necesario insistir.
La variedad también les enseña a adaptarse y a descubrir nuevas habilidades.
8. Planifica actividades al aire libre
El contacto con la naturaleza tiene beneficios físicos y emocionales.
Organiza caminatas por senderos, visitas al parque o paseos en bicicleta.
Además, actividades como volar papalotes, recoger hojas o construir castillos de arena combinan movimiento con creatividad.
Estar al aire libre no solo les permitirá ejercitarse, sino también relajarse y desconectarse del estrés cotidiano.
Busca espacios seguros y aprovecha la oportunidad para enseñarles sobre el cuidado del medio ambiente mientras disfrutan del ejercicio.
9. Establece metas alcanzables
Las metas son un gran incentivo, pero deben ser realistas y adaptadas a su edad.
Por ejemplo, una meta puede ser correr una cierta distancia sin detenerse, aprender a saltar la cuerda o completar un número de sentadillas en un minuto.
Ayúdales a registrar sus progresos y celebra cada pequeño logro con una recompensa simbólica, como un certificado o un sticker.
Esto les ayudará a ver el esfuerzo como algo positivo y a sentirse orgullosos de sí mismos.

10. Haz que la rutina sea flexible y divertida
La rigidez es el enemigo de la diversión.
En lugar de imponer horarios estrictos, permite que ellos elijan qué actividad prefieren hacer ese día.
Por ejemplo, si un día están cansados, puedes proponer algo más relajado como yoga o estiramientos.
Si están llenos de energía, organiza juegos activos como carreras o competencias.
Escuchar sus preferencias y adaptar la rutina según su estado de ánimo hará que disfruten más y quieran repetir la experiencia.
La actividad deportiva es un juego este 2025
Este 2025, tienes la oportunidad de inspirar a los niños a moverse más y disfrutar de los beneficios del ejercicio.
Con estas estrategias, no solo estarán más activos físicamente, sino que también desarrollarán confianza, habilidades sociales y una mentalidad positiva hacia el deporte.
Recuerda: no se trata de hacerlo perfecto, sino de disfrutar juntos del proceso.
En blog Martí encuentra ejercicios, tips e información como “10 ejercicios divertidos para los reflejos en los niños“.
¡Tú puedes ser su guía hacia una vida más sana y feliz!