¿Te has preguntado alguna vez por qué la vitamina D es tan importante para nuestra salud? Si es así así, déjanos decirte que es una sustancia crucial para mantener los huesos y dientes fuertes, también tiene múltiples beneficios al hacer ejercicio.
La vitamina D es una sustancia necesaria para el correcto funcionamiento del cuerpo, la cual tiene innumerables beneficios para la salud general y puede obtenerse de distintas maneras. En este artículo, te contaremos todo lo que necesitas saber sobre esta vitamina esencial y cómo puede ayudarte a mejorar tu rendimiento físico.
¿Por qué es buena para la salud la vitamina D?
La vitamina D es una sustancia esencial que el cuerpo necesita para absorber el calcio y mantener los huesos fuertes, lo cual puede ayudar a prevenir la osteoporosis, enfermedades cardíacas y otros padecimientos crónicos, así como mejorar el rendimiento deportivo. Además de mantener los huesos fuertes, también puede ayudar a mejorar la función inmune. Esto significa que puede ayudar al cuerpo a combatir las infecciones y enfermedades.
Asimismo, la vitamina D está implicada en la regulación del estado de ánimo, lo que interviene en la prevención de la depresión y la ansiedad. Otro de sus beneficios es que puede ayudar a reducir el riesgo de enfermedades crónicas como la diabetes, la hipertensión arterial, el síndrome metabólico y enfermedades cardiovasculares. Y claro, también beneficia la función muscular, de forma que reduce el riesgo de caídas y fracturas en personas mayores.
Ahora bien, una de las grandes ventajas de esta sustancia es que su obtención no es nada compleja; de hecho, la mejor manera de obtener vitamina D es mediante la exposición a la luz solar, pues el cuerpo sintetiza esta sustancia a partir de la provitamina D3 que se encuentra en la piel. Aunque eso sí, como bien refiere el sitio MedlinePlus, con tres exposiciones al sol de 10 o 15 minutos al día es suficiente; preferiblemente se deben realizar en la mañana o en la tarde, evitando así las horas de mayor intensidad solar.
También se puede encontrar en algunos alimentos, especialmente en los pescados grasos como el salmón, bacalao y atún. Otros alimentos ricos en vitamina D incluyen la leche fortificada, el hígado, los huevos y los hongos. En algunos casos, se puede necesitar suplementos para satisfacer las necesidades diarias recomendadas, especialmente en personas con deficiencias o dificultades para obtener suficiente exposición solar o alimentos ricos en vitamina D. En estos casos, es importante consultar con un médico antes de tomar cualquier suplemento.
¿Cuáles son los beneficios de la vitamina D cuando se hace ejercicio?
Como has podido darte cuenta, la vitamina D tiene muchos beneficios para la salud, incluyendo su papel en el apoyo a la salud ósea, la regulación del sistema inmunológico y la reducción del riesgo de enfermedades crónicas. Ahora bien, hay que tomar en cuenta que todo esto puede ser beneficioso para las personas que hacen ejercicio, pues les proporciona las siguientes ventajas:
- Al existir una mejor absorción de calcio, los músculos se fortalecen y existe un menor riesgo de lesiones musculoesqueléticas.
- La vitamina D también puede favorecer los niveles de hormonas como la testosterona, que es importante para la construcción de músculo y la fuerza física.
- Mejora la fuerza muscular, la velocidad de contracción muscular y la capacidad aeróbica en atletas y deportistas.
- Al beneficiar el estado de ánimo de los deportistas, estos tienen mayor energía y un rendimiento físico más favorable. Así como una mejor concentración en lo que realizan, que se ve reflejado en su desempeño dentro del deporte o actividad que desarrollan.
Realmente, la vitamina D es altamente beneficiosa para el rendimiento físico y la salud en general, lo que a su vez influye significativamente en aquellos atletas que desean obtener mejores resultados en cada una de sus disciplinas.
Si después de conocer los beneficios de esta sustancia, has decidido realizar actividades al aire libre y exponerte un poco al sol, te recomendamos usar protector solar, el cual tenga un factor de protección solar (SPF) de al menos 30. Recuerda aplicarlo en todas las áreas expuestas de la piel y volverlo a aplicar cada 2 horas y después de nadar o sudar.
Asimismo, te aconsejamos usar ropa ligera, de colores claros y que cubra tu piel tanto como sea posible. Un sombrero o gorra y unas gafas de sol también pueden ayudar a proteger tu piel y tus ojos del sol. Y claro, asegúrate de beber suficiente agua antes, durante y después de exponerte al sol para mantener tu cuerpo hidratado, así que no olvides llevar tu botella a donde sea que vayas.
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