¡No temas! 10 tips para cuidarte en las corrientes de agua

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Redacción Martí

11 marzo, 2025

Imagina que estás remando tranquilo, disfrutando del paisaje y de repente sientes que la corriente te jala con fuerza.

El corazón se acelera y la adrenalina sube.

¡Pero tranquilidad! No todo está perdido.

En situaciones como esta, mantener la calma y actuar con inteligencia puede marcar la diferencia entre salir ileso o ponerte en un riesgo mayor.

En blog Martí, te damos 10 recomendaciones clave para que sepas exactamente qué hacer si una corriente te atrapa mientras practicas kayak.

¿Cómo identificar que estoy atrapado en una corriente?

Una de las primeras señales es la dificultad para avanzar a pesar de remar con fuerza.

Si notas que tu kayak no responde como de costumbre, que el agua se mueve de manera uniforme en una dirección.

Otra forma es ver si el paisaje a tu alrededor cambia rápidamente sin que lo estés provocando, es probable que estés en una corriente.

También puedes sentir un aumento en la velocidad del agua.

O notar que te alejas de la zona donde querías estar sin poder corregir tu rumbo fácilmente.

Otro indicador clave es la resistencia al remar.

Si sientes que cada palada requiere un esfuerzo extra y no logras avanzar en la dirección deseada, evita entrar en pánico y analiza tu entorno.

Observa si hay patrones de agua turbulenta, espuma constante en la superficie o un canal de agua más oscura que fluye de manera diferente al resto.

Estos son signos de que podrías estar atrapado en una corriente de resaca en el mar o en un flujo fuerte dentro de un río.

Identificar estos elementos a tiempo te permitirá reaccionar con inteligencia.

Así podrás aplicar las estrategias adecuadas para salir de la situación sin riesgos innecesarios.

1. Mantén la calma y evalúa la situación

El peor error que puedes cometer es entrar en pánico.

Cuando una corriente te atrapa, lo primero que debes hacer es controlar tu respiración y evitar movimientos bruscos.

La adrenalina puede hacer que tomes decisiones impulsivas, pero la clave está en evaluar tu entorno con frialdad.

Observa hacia dónde te está arrastrando la corriente y busca puntos de referencia que puedan ayudarte a planificar tu salida.

¿Hay rocas cercanas? ¿Notas alguna zona donde el agua fluya con menor intensidad?

Identificar estos detalles puede hacer toda la diferencia.

2. No luches contra la corriente

Cuando una corriente te atrapa, tu primer instinto podría ser remar con todas tus fuerzas en dirección contraria.

Sin embargo, esto es un error común que solo te hará gastar energía innecesariamente y te dejará agotado rápidamente.

Las corrientes de agua pueden ser más fuertes de lo que parecen, y enfrentarlas directamente es una batalla perdida.

En lugar de eso, relájate, mantén el control y observa hacia dónde fluye el agua para encontrar una estrategia más efectiva.

3. Rema en diagonal o paralelo a la corriente

Si te encuentras en una corriente de resaca en el mar, en lugar de intentar nadar o remar directamente hacia la orilla.

Intenta moverte paralelo a la costa hasta salir de la zona de mayor arrastre.

En ríos o aguas bravas, intenta remar en diagonal para alcanzar un área con menor turbulencia.

Este movimiento inteligente te ayudará a salir de la corriente sin desgastarte físicamente y sin aumentar el riesgo de un accidente.

4. Usa la flotabilidad de tu chaleco salvavidas

Tu chaleco salvavidas es tu mejor aliado en estas situaciones.

No solo te mantiene a flote, sino que también te ayuda a conservar energía mientras planeas tu próximo movimiento.

Asegúrate de llevarlo siempre bien ajustado para evitar que se deslice hacia arriba o se afloje en el agua.

Practicar con tu chaleco antes de salir a remar puede darte la confianza de saber cómo reaccionar en caso de una emergencia.

5. Si caes al agua, adopta la posición de seguridad

Si te ves obligado a abandonar tu kayak o te caes al agua, la posición de seguridad es fundamental.

Recuéstate de espaldas, mantén los pies elevados y apóyate con los brazos para estabilizarte.

Esto no solo te ayuda a mantenerte a flote, sino que también evita que te golpees con posibles rocas o escombros bajo el agua.

Mantén la cabeza fuera del agua y usa el remo o tus manos para guiarte hacia una zona más segura.

6. Usa maniobras de rescate si es necesario

Si estás remando en grupo y alguien más está en peligro, usa maniobras de rescate como el “T-rescue” para ayudar a estabilizar el kayak.

Esta técnica consiste en que un kayakista se acerque a otro que ha volcado, colocándose en forma de “T” con su embarcación para ayudarle a reincorporarse.

Practicar estas maniobras con anticipación puede salvar vidas.

7. Aprovecha los elementos naturales

El entorno puede ofrecerte ayuda inesperada.

Busca rocas, troncos flotantes o remansos de agua donde puedas descansar y planear tu siguiente movimiento.

Incluso las curvas del río pueden ofrecer zonas de menor corriente donde puedas estabilizarte antes de remar hacia un lugar seguro.

Mantener la calma y analizar tu entorno te permitirá encontrar estos puntos estratégicos.

Además, si la corriente es muy fuerte, trata de utilizar la inclinación del kayak a tu favor para minimizar la resistencia y dejarte llevar hasta un área donde puedas retomar el control.

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8. Si no puedes salir, busca ayuda

Si la corriente es demasiado fuerte y no logras escapar, es mejor conservar energía y hacer señales de ayuda.

Levanta tu remo en el aire o agita los brazos para alertar a otros kayakistas o rescatistas.

Gritar también puede ser efectivo, pero evita desperdiciar energía innecesariamente.

Cuanto más visible seas, mayores serán tus posibilidades de recibir asistencia.

En situaciones extremas, trata de mantener una posición flotante mientras esperas ayuda.

Si tienes un silbato de emergencia, úsalo para llamar la atención.

Su sonido puede viajar más lejos que tu voz.

Mantente positivo y enfocado en soluciones, ya que el miedo o la desesperación pueden jugar en tu contra.

9. Conoce las rutas de escape antes de remar

Antes de entrar al agua, investiga el área y planea rutas de escape en caso de emergencia.

Identifica puntos donde podrías salir si la corriente se vuelve peligrosa.

Conocer el terreno antes de comenzar tu aventura te dará una ventaja estratégica crucial.

Familiarizarte con los posibles riesgos del área te permitirá reaccionar con rapidez y sin titubeos si te ves atrapado en una corriente.

La preparación previa es una de las mejores formas de evitar situaciones peligrosas.

Así garantizas una experiencia de kayak más segura y disfrutable.

10. Entrena y prepárate para emergencias

Nada mejor que la prevención.

Practicar técnicas de rescate, aprender a leer el agua y mantenerse siempre alerta a las condiciones climáticas pueden marcar la diferencia entre una experiencia segura y una situación de riesgo.

Inscribirte en cursos de seguridad en aguas bravas o entrenar con kayakistas experimentados puede aumentar tu confianza y habilidades.

La capacitación constante te ayudará a reaccionar de manera más efectiva ante cualquier imprevisto.

Además, asegúrate de llevar contigo el equipo adecuado, como un chaleco salvavidas de buena calidad, un silbato de emergencia y una cuerda de rescate.

Estos pequeños detalles pueden marcar la diferencia entre un susto y una situación realmente peligrosa.

Disfruta y navega con seguridad cuando salgas a la naturaleza

Las corrientes pueden ser intimidantes, pero si sabes cómo reaccionar, puedes salir ileso y seguir disfrutando de la aventura.

La clave está en mantener la calma, usar estrategias inteligentes y siempre estar preparado.

La próxima vez que salgas en kayak, recuerda estas 10 recomendaciones.

Conviértete en un experto en seguridad en el agua.

¡Y nos vemos en la próxima remada con Martí Mx! 🌊

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