Técnicas para administrar tu energía al momento de escalar

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Redacción Martí

11 junio, 2024

Escalar es un deporte que exige no solo fuerza física, sino también una administración eficiente de tu energía.

Aquí, en blog Martí, te presentamos diez técnicas esenciales para que puedas optimizar tu rendimiento en cada ascenso.

Calentamiento adecuado: Prepara tu cuerpo y mente

Antes de comenzar tu escalada, es crucial que dediques tiempo a un calentamiento completo.

Esto no solo reduce el riesgo de lesiones, sino que también prepara tus músculos y mente para el esfuerzo que viene.

Dedica al menos 10-15 minutos a calentar tus músculos principales.

Comienza con movimientos articulares suaves como rotaciones de muñecas, codos, hombros, y cuello.

Sigue con ejercicios aeróbicos ligeros como saltos o trote en el lugar.

Termina con estiramientos dinámicos específicos para las piernas, brazos y espalda.

El objetivo es aumentar tu ritmo cardíaco y la temperatura corporal de manera gradual.

Conserva energía en los descansos

Utiliza cada oportunidad para descansar y recuperarte.

Cuando encuentres un buen punto de apoyo, toma un momento para relajarte, sacudir los brazos y respirar profundamente.

Esto te ayudará a mantener la energía durante más tiempo.

Identifica puntos seguros en la ruta donde puedas tomar un descanso sin riesgo.

Estos suelen ser lugares con buenos agarres o repisas donde puedas apoyar los pies.

Una vez allí, agita los brazos para aliviar la tensión acumulada.

Respira profundamente y de manera controlada para oxigenar tus músculos y calmar tu mente.

No prolongues el descanso demasiado, ya que los músculos pueden enfriarse.

Usa la técnica del drop knee

El drop knee es una técnica que te permite desplazar el peso de tus brazos a tus piernas, ayudando a conservar energía.

Esta postura también mejora tu equilibrio y control sobre la pared.

En una posición de drop knee, coloca un pie en una presa y gira tu rodilla hacia adentro, bajando la cadera en dirección contraria.

Este movimiento hace que tu centro de gravedad se acerque a la pared, lo que reduce la tensión en tus brazos.

Practica esta técnica en terrenos fáciles antes de aplicarla en rutas más difíciles.

Escala de manera eficiente: Menos fuerza, más técnica

Evita movimientos bruscos y enfoques innecesariamente agotadores.

En lugar de ello, utiliza movimientos fluidos y controlados.

Concéntrate en la técnica y en el posicionamiento de tus pies para minimizar el uso excesivo de la fuerza.

Concéntrate en colocar tus pies con precisión y usa tus piernas para impulsarte en lugar de depender únicamente de tus brazos.

Mantén tu cuerpo cerca de la pared para mejorar el equilibrio y reducir el esfuerzo.

Practica movimientos de escalada en boulder para mejorar tu técnica en un entorno más controlado.

Mantén una respiración constante

Una respiración regular y controlada te ayudará a mantener la calma y la concentración.

La falta de oxígeno puede llevar a la fatiga muscular más rápido, así que asegúrate de no contener la respiración mientras escalas.

Inhala profundamente por la nariz y exhala por la boca, manteniendo un ritmo constante.

Concéntrate en tu respiración durante movimientos difíciles o momentos de estrés para mantener la calma y la eficiencia energética.

Practica técnicas de respiración consciente durante tus entrenamientos y escaladas.

un chico entrenando para saber conservar su energía en una pared de escalada
La energía es fundamental para mantener un buen ritmo de escalada.

Hidrátate correctamente

La deshidratación puede afectar drásticamente tu rendimiento.

Bebe suficiente agua antes y durante tu escalada para mantener tus niveles de energía óptimos.

Una buena hidratación también ayuda a prevenir calambres y fatiga.

Bebe al menos 500 ml de agua en las dos horas previas a tu escalada.

Lleva una botella de agua contigo y toma pequeños sorbos regularmente, especialmente en días calurosos o durante ascensos prolongados.

Considera usar bebidas electrolíticas si estás escalando en condiciones muy calurosas o durante sesiones largas.

Alimenta tu cuerpo: Nutrición para la escalada

Consume alimentos ricos en carbohidratos y proteínas antes de tu sesión de escalada.

Estos nutrientes son esenciales para mantener tus niveles de energía y permitir una recuperación rápida de tus músculos.

Come una comida equilibrada unas 2-3 horas antes de escalar, que incluya carbohidratos complejos (como avena o pasta) y proteínas magras (como pollo o tofu).

Lleva snacks energéticos como frutos secos, barras de granola o frutas deshidratadas para consumir durante la escalada.

Visualiza tu ruta

Antes de comenzar una ruta, tómate el tiempo para observar y planificar tus movimientos.

Visualizar cada paso te ayudará a moverte con mayor eficiencia y a conservar energía al evitar errores y movimientos innecesarios.

Observa la ruta desde el suelo y mentaliza cada movimiento que harás.

Identifica los puntos clave donde descansarás, los movimientos difíciles y los cambios de postura.

Practica la visualización en rutas más fáciles para mejorar tu capacidad de planificar y ejecutar tus movimientos de manera eficiente.

Desarrolla tu resistencia con entrenamientos específicos

Incorpora ejercicios de resistencia en tu rutina de entrenamiento.

Actividades como el bouldering y las subidas prolongadas mejorarán tu capacidad para mantener el esfuerzo durante más tiempo.

Incluye sesiones de bouldering en tu entrenamiento, enfocándote en rutas que requieran movimientos continuos.

Realiza subidas largas en muros de escalada, aumentando gradualmente la duración y dificultad.

Complementa con ejercicios de resistencia cardiovascular, como correr o andar en bicicleta, para mejorar tu capacidad aeróbica.

Recuperación post-escalada

Después de una sesión intensa, dedica tiempo a una adecuada recuperación.

Estiramientos, masajes y una buena alimentación son clave para reducir el cansancio y preparar tu cuerpo para la próxima escalada.

Realiza estiramientos estáticos para tus músculos principales inmediatamente después de escalar.

Considera usar un rodillo de espuma para masajear y liberar la tensión muscular.

Consume una comida rica en proteínas y carbohidratos dentro de las dos horas posteriores a la escalada para ayudar a la recuperación muscular.

Descansa adecuadamente y considera incluir sesiones de yoga o estiramientos adicionales en tus días de descanso.

Conclusión

Seguir estas técnicas no solo te ayudará a conservar y maximizar tu energía, sino que también te permitirá disfrutar más de cada escalada y alcanzar nuevas metas.

Recuerda que la clave está en combinar fuerza, técnica y una adecuada administración de tus recursos físicos.

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