Hidratación en el deporte: ¡Rinde al máximo, gota a gota!

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Redacción Martí

16 octubre, 2024

Una pareja de deportistas hidratándose para rendir gota por gota en su rutina de ejercicio

¿Alguna vez has sentido que tu cuerpo “se apaga” a mitad de un partido o entrenamiento? La razón puede estar en algo tan sencillo como la falta de agua.

La hidratación es un aspecto clave del rendimiento deportivo que a menudo pasa desapercibido, especialmente para los más jóvenes.

Sin embargo, lo que bebes y cuándo lo haces puede definir tu desempeño.

No se trata solo de evitar la sed, sino de preparar tu cuerpo para que responda al máximo.

En Martí Mx, entenderás por qué cada gota importa y cómo integrar la hidratación en tu rutina diaria para mantenerte siempre en tu mejor forma.

¿Por qué la hidratación es esencial en el deporte?

El cuerpo humano depende del agua para realizar casi todas sus funciones vitales, desde la regulación de la temperatura hasta el transporte de nutrientes a los músculos.

Cuando practicas deporte, tu cuerpo trabaja más intensamente y, como consecuencia, pierde más líquidos.

El sudor no solo enfría tu cuerpo, sino que también elimina sales y minerales esenciales, los cuales debes reponer para evitar problemas.

Sin agua suficiente, tu energía disminuye rápidamente.

El flujo sanguíneo se reduce, los músculos no reciben el oxígeno necesario y la fatiga aparece más temprano de lo esperado.

Por eso, mantener un nivel adecuado de hidratación es crucial no solo para prevenir lesiones, sino también para mantener tu agilidad física y mental durante toda la sesión.

Impacto de la deshidratación en el rendimiento físico

La deshidratación afecta más que solo tu sensación de sed.

A medida que tu cuerpo pierde agua, se alteran funciones críticas como la regulación de la temperatura y la contracción muscular.

Incluso con solo un 2% de pérdida de agua corporal, tu rendimiento puede disminuir significativamente.

Sentirás que tus músculos se fatigan más rápido, tu tiempo de reacción se alarga y la capacidad de tomar decisiones se ve afectada.

Además, si sigues entrenando deshidratado, corres un riesgo mayor de sufrir calambres, mareos o incluso golpes de calor.

Por eso es vital no esperar a sentirte cansado o sediento para beber agua.

La clave está en hidratarte y tener siempre tu botella a la mano antes de llegar a este punto.

Señales de alerta: ¿Cuándo estás deshidratado?

Es común subestimar las señales que el cuerpo te manda cuando necesita líquidos.

La sed es una advertencia tardía; para cuando la sientes, tu cuerpo ya ha perdido líquidos importantes.

Otras señales incluyen sequedad en los labios, piel más seca de lo habitual, mareos al ponerte de pie y calambres musculares inesperados.

Un buen indicador es el color de tu orina: si es clara o amarilla pálida, estás bien hidratado.

Si tiene un color más oscuro, es hora de beber agua.

Estar atento a estas señales es fundamental para mantenerte en tu mejor forma y evitar bajones de rendimiento inesperados.

¿Cuánto y cuándo deberías beber?

La cantidad de agua que necesitas varía según el deporte que practiques, tu peso y el clima.

En términos generales, se recomienda beber entre 500 ml y 1 litro de agua dos horas antes de entrenar.

Durante la actividad, es ideal beber pequeños sorbos cada 15-20 minutos, especialmente si el ejercicio es intenso o si hace mucho calor.

Después del ejercicio, repón los líquidos perdidos bebiendo agua de tu botella que puedes comprar aquí o alguna bebida isotónica.

Pésate antes y después de entrenar: por cada kilo perdido, deberías consumir entre 1.2 y 1.5 litros de agua para rehidratarte completamente.

Agua vs. bebidas deportivas: ¿Cuál elegir?

El agua es la opción perfecta para ejercicios de baja a moderada intensidad o sesiones que duren menos de una hora.

Sin embargo, si tu entrenamiento es más largo o muy intenso, las bebidas deportivas con electrolitos son una gran alternativa.

Estas bebidas ayudan a reponer no solo agua, sino también los minerales que se pierden con el sudor, como el sodio y el potasio.

Aunque las bebidas deportivas son útiles, evita las que contienen demasiados azúcares.

Opta por aquellas con ingredientes simples y en la proporción justa para mantener tu cuerpo equilibrado sin agregar calorías innecesarias.

¿Cómo influyen los electrolitos en tu rendimiento?

Los electrolitos, como el sodio, el potasio y el magnesio, cumplen funciones esenciales durante la práctica deportiva.

Estos minerales ayudan a que tus músculos se contraigan correctamente y aseguran que tu sistema nervioso funcione sin problemas.

Si pierdes demasiados electrolitos sin reponerlos, es probable que experimentes calambres musculares o debilidad extrema.

Las bebidas deportivas bien formuladas o incluso alimentos como plátanos pueden ayudarte a mantener los niveles adecuados y evitar estos problemas.

Hidratación en diferentes tipos de deporte

Cada deporte tiene diferentes exigencias de hidratación.

En deportes de resistencia, como maratones o triatlones, necesitas mantenerte hidratado durante todo el recorrido para evitar la fatiga.

En deportes de equipo como el fútbol o baloncesto, la hidratación entre tiempos es fundamental para mantener la energía y la concentración.

Incluso en disciplinas que no parecen exigir tanta hidratación, como el golf o la escalada, es clave beber agua para evitar la fatiga mental y mantener la coordinación.

Un chica después de haberse hidratado lista para seguir su rutina de ejercicio
El tener una buena hidratación te permite tener un buen entrenamiento. Fuente: Freepik

El mito de “más agua es mejor”

Beber demasiada agua también puede ser peligroso.

La hiponatremia ocurre cuando el nivel de sodio en la sangre se diluye demasiado debido al exceso de agua.

Esto causa síntomas como náuseas, confusión y, en casos graves, pérdida de la consciencia.

Por eso, lo ideal es mantener un equilibrio adecuado entre agua y electrolitos.

No se trata de inundar tu cuerpo, sino de beber con inteligencia.

La clave está en escuchar a tu cuerpo y ajustar tu consumo según las necesidades del momento.

Consejos para mantenerte hidratado sin esfuerzo

Hidratarte no tiene que ser complicado.

Aquí tienes algunos consejos prácticos:

  • Lleva siempre una botella de agua contigo, que puedes comprar aquí y tenla a la vista para no olvidarla.
  • Establece alarmas o usa apps que te recuerden beber agua durante el día.
  • Incorpora alimentos ricos en agua, como sandía, pepino y naranjas, en tu dieta diaria.
  • Añade sabor al agua con rodajas de limón, menta o fresas para que sea más atractiva.

Cuida tu hidratación incluso fuera del deporte

La hidratación no es algo que solo deba preocuparte mientras entrenas.

Mantenerte bien hidratado durante todo el día te prepara para rendir al máximo cuando llega el momento de entrenar.

Si llegas deshidratado a la cancha, es más probable que sientas fatiga temprana o tengas problemas para concentrarte.

Hacer de la hidratación un hábito diario te ayudará a mantener una mejor salud general y optimizará tu rendimiento en cualquier actividad física que realices.

Conclusión

En el deporte, la hidratación es tu aliada silenciosa.

No importa qué disciplina practiques, asegurarte de beber suficiente agua te ayudará a alcanzar tu máximo potencial.

Aprende a escuchar las señales de tu cuerpo, encuentra el equilibrio entre agua y electrolitos.

Después haz de la hidratación un hábito diario.

Con cada gota que bebas, estarás más cerca de alcanzar tus metas y disfrutar al máximo cada entrenamiento.

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