Desgarro muscular, una lesión común en deportistas 

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Redacción Martí

31 marzo, 2023

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Hacer ejercicio o un deporte es necesario para mantener al cuerpo saludable, pero en muchas ocasiones esto puede verse afectado por una carga o esfuerzo excesivo, o por un movimiento brusco o incorrecto.

Si eres un atleta o simplemente amante del deporte, sabrás que un desgarro muscular es una de las lesiones más comunes en cualquier disciplina. Ya sea en el fútbol, baloncesto, tenis o running, nadie está exento de padecerlos. En este artículo te contaremos todo lo que necesitas saber sobre esta lesión: desde cómo prevenirlos hasta cómo tratarlos si ya has sufrido uno. 

¿Qué es un desgarro muscular?

Un desgarro muscular, también conocido como una lesión por estiramiento, ocurre cuando se rompe el tejido muscular. Los músculos están compuestos de muchas fibras musculares individuales, y cuando estas fibras se rompen, se produce esta lesión, la cual es muy común en actividades que involucran el sprinting o saltos, ya que requieren grandes movimientos explosivos de los músculos.

Ahora bien, un desgarro muscular no es igual en todos los casos, por lo que pueden ser clasificados en tres grados según la gravedad de la lesión:

  • Grado I: corresponde a una lesión leve en la cual solo unas pocas fibras musculares se han desgarrado; el dolor y la inflamación son leves y la recuperación suele ser rápida.
  • Grado II: es una lesión moderada en la que se ha producido una rotura parcial de las fibras musculares. El dolor y la inflamación son más intensos, y puede haber un hematoma visible y, por tanto, la recuperación suele tardar más tiempo.
  • Grado III: implica que hubo una lesión grave en la que el músculo se ha desgarrado completamente. La movilidad del músculo puede verse afectada. Y la recuperación suele ser lenta y puede requerir tratamiento médico especializado.

¿Cuáles son las causas de un desgarro muscular?

Un desgarro muscular son lesiones muy comunes en el deporte y pueden surgir debido a diversos factores; algunos de ellos son los siguientes:

  1. Sobreesfuerzo: Sucede cuando se realiza un ejercicio o actividad física que excede la capacidad del músculo para soportar la tensión.
  2. Fatiga muscular: Si el músculo está fatigado o cansado, debido a una actividad intensa previa, puede ser más propenso a desgarrarse.
  3. Falta de calentamiento adecuado: Cuando los músculos no están suficientemente calientes antes de realizar una actividad física, son más susceptibles a lesiones.
  4. Deshidratación: La deshidratación puede causar rigidez muscular y reducir la elasticidad de los músculos, lo que aumenta el riesgo de un desgarro muscular.
  5. Malos hábitos posturales: La mala postura durante actividades diarias o deportes puede causar un desequilibrio muscular y aumentar el riesgo de esta lesión. 
  6. Edad avanzada: A medida que envejecemos, nuestros músculos pierden elasticidad y se vuelven más propensos a lesiones.
  7. Lesiones previas: Si un músculo ha sido lesionado anteriormente, es más susceptible a desgarrarse nuevamente.
  8. Enfermedades y trastornos: Algunas enfermedades o trastornos, como la diabetes o la artritis, pueden debilitar los músculos y aumentar el riesgo de un desgarro muscular.

Consideraciones a tomar en cuenta tras sufrir un desgarro muscular

El tratamiento de un desgarro muscular depende del grado del daño. Un problema leve puede tratarse en casa con el reposo, la aplicación de hielo y la administración de analgésicos para controlar el dolor. En cambio, si la lesión es más grave, es posible que sea necesario realizar una cirugía para reparar el músculo dañado. Después de la cirugía, seguirá siendo necesario hacer ejercicio suave para mantener la flexibilidad y prevenir la atrofia muscular.

En ambos casos, es importante que no se haga ningún movimiento brusco o que se realicen actividades que requieran mucho esfuerzo durante el periodo de recuperación, ya que esto podría empeorar la lesión. Si bien estas lesiones son muy comunes en el mundo del deporte, existen unas medidas que se pueden tomar en cuenta para minimizar el riesgo de sufrir un desgarro muscular; por ejemplo:

  1. Antes de hacer ejercicio o cualquier actividad física, realizar un calentamiento adecuado para preparar los músculos. 
  2. Es importante realizar ejercicios de fortalecimiento muscular para mantener los músculos fuertes y prevenir lesiones, sobre todo los músculos estabilizadores.
  3. Es importante descansar adecuadamente después de hacer ejercicio o actividades físicas intensas, pues esto le da a los músculos tiempo para recuperarse antes de hacer más actividad.
  4. Asegurarse de estar bien hidratado antes, durante y después de hacer ejercicio o alguna actividad física es fundamental para evitar esta lesión. Así que nunca olvides llevar contigo tu botella de agua a todas partes.  
  5. Una dieta equilibrada y saludable es importante para mantener los músculos en buen estado. Esta debe incluir proteínas, vitaminas y minerales para mantener estos tejidos fuertes y saludables.
  6. La intensidad debe incrementar gradualmente y se debe evitar hacer demasiado esfuerzo en un solo día o sesión de entrenamiento. 

Recuerda que cada persona es diferente y tiene diferentes necesidades y limitaciones físicas. Si tienes alguna duda o preocupación acerca de la actividad física, es recomendable que consultes a un profesional de la salud o un entrenador personal. Asimismo, es recomendable utilizar un calzado diseñado específicamente para la actividad que se realizará, ya sea correr, ir al gimnasio, jugar tenis o básquetbol. 

Deja que Martí te acompañe en cada uno de tus entrenamientos o actividades deportivas y te ayude a evitar un desgarro muscular.

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