El yoga es mucho más que una tendencia fitness; es un estilo de vida que ha transformado la manera en que conectamos con nuestro cuerpo y mente.
Pero, ¿te has preguntado cómo llegó el yoga a México?
Su historia es fascinante y está llena de encuentros culturales que nos han llevado a adoptar esta práctica milenaria en nuestro día a día.
Conocer su origen, su evolución y cómo se ha integrado en nuestra sociedad te ayudará a apreciar aún más cada postura y cada respiración en tu práctica.
En blog Martí te enseñamos los destalles.
1. El nacimiento del yoga en la India
Todo comienza hace más de 5,000 años en la India, donde el yoga surge como una disciplina espiritual enfocada en la meditación y la conexión con el universo.
Los antiguos sabios védicos documentaron sus enseñanzas en los Yoga Sutras, escritos atribuidos a Patañjali, que aún hoy guían nuestra práctica.
Originalmente, el yoga no se centraba en posturas físicas (asanas), sino en la meditación y la autodisciplina para alcanzar la iluminación espiritual.
Con el paso del tiempo, distintas corrientes como el Hatha Yoga empezaron a incorporar posturas corporales para complementar la práctica meditativa.
2. Primeros contactos entre México y el yoga
El yoga llegó a Occidente a finales del siglo XIX gracias a grandes maestros como Swami Vivekananda, quien difundió sus enseñanzas en Europa y Estados Unidos.
Sin embargo, no fue hasta la segunda mitad del siglo XX cuando comenzó a hacerse presente en México.
La globalización de la cultura oriental, sumada a la curiosidad de intelectuales y artistas mexicanos, facilitó los primeros acercamientos a esta filosofía milenaria.
Algunos viajeros regresaban de la India con nuevas ideas y prácticas.
Estos se compartían con pequeños grupos en México, marcando el inicio de la expansión del yoga en nuestro país.
3. Los pioneros del yoga en México
En la década de los 60 y 70, figuras como Rama Chandra Das y Swami Vijoyananda comenzaron a dar clases en pequeños grupos.
Poco a poco, el yoga se fue expandiendo y formando una comunidad más sólida en ciudades como Ciudad de México y Guadalajara.
Estos maestros trajeron consigo filosofías y prácticas de la India que ayudaron a consolidar el yoga como una disciplina respetada en el país.
Sus enseñanzas se centraban en la conexión mente-cuerpo.
Veíamos a la importancia de llevar un estilo de vida saludable basado en la práctica del yoga y la meditación.
4. La influencia del movimiento hippie
El movimiento hippie de los años 70 jugó un papel clave en la difusión del yoga en México.
La búsqueda de un estilo de vida más espiritual y saludable hizo que cada vez más personas se interesaran en el yoga, la meditación y el vegetarianismo.
Esta corriente contracultural abrazó muchas enseñanzas orientales, incluyendo las prácticas de yoga y mindfulness, integrándolas en su día a día.
En México, este movimiento ayudó a expandir el yoga más allá de los círculos intelectuales.
Las comunidades más amplias y promoviendo una filosofía de vida alternativa basada en la paz y el autoconocimiento.
5. Los primeros estudios de yoga en el país
Para los 80, ya existían estudios de yoga en diferentes puntos del país.
Lugares como el Instituto Mexicano de Yoga y el Centro Budista de México se convirtieron en referencias para quienes querían aprender y profundizar en la práctica.
Estos espacios ofrecían clases, talleres y cursos sobre distintas corrientes del yoga.
Permite a los mexicanos familiarizarse con estilos como Hatha, Ashtanga y Kundalini.
Gracias a estos centros, el yoga dejó de ser una práctica exclusiva.
Así se comenzó a popularizarse como una actividad accesible para todos.
6. Yoga en los 90: Del underground al mainstream
Durante la década de los 90, el yoga pasó de ser algo exclusivo a una práctica más accesible.
Llegaron instructores internacionales, se comenzaron a organizar talleres.
Se publicaron los primeros libros sobre yoga en español, ayudando a su popularización.
Gracias a esta expansión, el yoga comenzó a verse no solo como una filosofía espiritual.
También se usa como una herramienta de bienestar físico y mental.

7. La revolución del yoga en el siglo XXI
Con la llegada del nuevo milenio, el yoga explotó en popularidad.
Aparecieron nuevas variantes como el yoga restaurativo, hot yoga y acroyoga, cada una con su enfoque particular.
Esto atrae a diferentes generaciones y estilos de vida.
La creciente demanda llevó a la apertura de más estudios.
La llegada de certificaciones internacionales, asegurando que las prácticas fueran guiadas por instructores preparados.
Además, la tecnología permitió que más personas accedieran a clases en línea, ampliando la comunidad del yoga en México.
8. Yoga y redes sociales: Un nuevo boom
Hoy en día, plataformas como Instagram y TikTok han impulsado el yoga a otro nivel.
Miles de creadores de contenido comparten sus rutinas, consejos y filosofía.
Haz que más personas se animen a probarlo desde casa.
Además, el acceso a contenido gratuito ha permitido que el yoga llegue a comunidades.
Antes no tenían los medios para practicarlo en un estudio.
9. El impacto del yoga en la cultura mexicana
México ha adoptado el yoga de manera única, combinándolo con nuestras propias tradiciones.
Existen retiros de yoga en la naturaleza, sesiones en pirámides y hasta mezclas con danzas prehispánicas.
Esto ha creado un estilo propio y enriquecedor.
Esto ha hecho que el yoga se convierta en una práctica aún más inclusiva.
Así se muestra la representativa de nuestra diversidad cultural.
10. El futuro del yoga en México
El yoga sigue evolucionando y adaptándose a nuestras necesidades.
Hay una creciente preocupación por la salud mental y el bienestar integral.
Esta práctica se perfila como una herramienta clave para la vida moderna en México.
La inclusión de nuevas tendencias como el yoga terapéutico.
Una meditación guiada está permitiendo que cada vez más personas se beneficien de sus efectos positivos.
El yoga en México es único
El yoga llegó a México para quedarse.
Desde sus inicios discretos hasta su auge en la actualidad, ha demostrado ser mucho más que una moda.
Es un camino de autoconocimiento y bienestar que cada día gana más adeptos.
Así que si aún no formas parte de esta gran comunidad, ¡quizá hoy sea el mejor momento para empezar!
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