Cada una de las posturas de yoga tienen un fin y significado, por lo que el proceso a lograrlas requiere de múltiples factores, una de las asanas más conocidas es Shirshasana o el parado de cabeza, aunque pareciera sencilla de llevar a cabo, la verdad es que se necesita de una preparación consciente y clave. En este artículo te compartiremos algunos consejos para realizarla.
La definición del nombre de esta posición, sirsa significa “cabeza” y asana “postura” en sánscrito, conocida por ser una de las más complejas de lograr, más que nada por todo lo que implica, no es tan común pararnos de cabeza e intentar conseguir estabilidad al revés. Sin dejar de mencionar el miedo que nos produce pensar que nos dañaremos de gravedad al tratarse de la cabeza y cervicales.
Por ello es importante conocer la metodología para llevarla a cabo, mantenerla y salir de ella con mucho cuidado. Esta postura nos invita a salir de la zona de confort y tener mayor confianza en ti.
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Beneficios de la postura Sirsasana en yoga
Como la mayoría de las asanas en yoga, la sirsasana tiene beneficios espirituales y físicos, entre ellos es que facilita la llegada de sangre oxigenada al cerebro, lo que promueve la concentración y memoria. En cuestión espiritual, esta postura, equilibra el chakra Sahasrara, que se encuentra en la coronilla de la cabeza, de la misma manera proporciona una mejor autoestima.
Otras de las bondades de esta asana:
- Mejor equilibrio
- Tonifica la espalda
- Alivia el dolor lumbar
- Al trabajar profundamente la respiración, la convierte en un proceso que ayuda a la calma
- Favorece la circulación
- Un buen proceso circulatorio permite un balance hormonal
- Calma el sistema nervioso
- Las posiciones invertidas tienen ventajas exclusivas, al tener el corazón sobre la cabeza, entre ellas está que esto nos cambia la perspectiva.
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Consejos para realizar la postura Sirsasana en yoga
Si ya llevas un tiempo practicando yoga y quieres intentar la postura sirsasana, el principal consejo es que lleves tu ritmo, no quieras apresurarte, una de las maravillas de esta disciplina es que nos enseña de paciencia y que se debe aprender a disfrutar del proceso.
A continuación te mencionaremos algunos consejos que puedes tomar en cuenta para lograr esta asana.
- Comenzaremos recomendándote que lleves a cabo esta postura en supervisión de un profesional, ya que al ser principiantes se requiere de apoyo para entrar y salir de ella.
- Empieza con posturas intermedias como Shishulasana o la postura del delfín, esta se lleva a cabo como la del perro, solo que tu apoyo debe ser con antebrazos, esta te ayudará a fortalecer brazos y abdomen, dos puntos importantes para la sirsasana.
- Otro consejo es que realices esta postura contra la pared, este no va a ser tu objetivo, pero estar cerca de ella puede darte más confianza.
- Recuerda que quienes cargan el peso son tus antebrazos, no debes involucrar tu cuello o cabeza, esto puede provocar lesiones graves.
- Asegúrate de alejar tus hombros de las orejas, así protegerás tus cervicales.
- Una vez que salgas de esta postura, relaja tu cuerpo con la postura del embrión o Balasana, mantenla un tiempo después de salir, la posición sobre hombros Sarvangasana.
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Sirsasana paso a paso
- Se inicia de rodillas sobre el tapete, toma tú codos con la mano del brazo contrario, de esta manera sabrás la distancia a la que debes colocar los antebrazos. Ahora apoya los antebrazos, en el suelo, los codos forman un triángulo, entrelaza los dedos de las manos creando una copa.
- Descansa la cabeza en el piso, en el sitio donde se encuentran tus manos, sujeta la parte posterior de la cabeza con ellas aún entrecruzadas.
- Levanta las rodillas del suelo, estira las piernas como si ejecutaras la postura del perro boca abajo, da unos pasos lentos hacia el frente, hasta que tu tronco se encuentre alineado con la cabeza, manteniendo tus hombros alejados de las orejas.
- Puedes quedarte con una pierna estirada y la otra flexionada si te sientes cómodo. Una vez que consigas estabilidad, intenta separar los dos pies del piso, con las rodillas flexionadas con los talones cerca de los glúteos, activa tu centro y ahora lleva tus rodillas hasta alinearlas con tu cadera.
- Ya que logres equilibrio, estira por completo tus piernas, hazlo lentamente, primero controla la postura de tus piernas en flexión y luego procede a elongar.
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