El yoga es una práctica con muchos años de historia que ha ido adquiriendo con el tiempo mucha popularidad y es que ante los días tan agitados que nos apremian, los problemas personales que se tienen en el día a día y la angustia que provoca el pasar del tiempo se ha vuelto necesario contar con una actividad física que no solo mantenga a las personas en una buena condición de salud, sino que también influya en la mente y en las emociones humanas.
Precisamente estos son los pilares fundamentales del yoga: la fortaleza física, la estabilidad emocional y el dominio de la mente, los que sin duda hacen de esta práctica una actividad redonda que busca el mejoramiento humano desde distintas aristas. Para lograr esto, el yoga se sustenta en diversas enseñanzas que le permiten lograrlo: yamas (normas éticas sociales), niyamas (normas éticas personales), pranayamas (técnicas de respiración), pratyahara (interiorización de los pensamientos), dharana (focalización de la atención), dhyana (meditación), samadhi (liberación de la mente) y asanas (posturas).
Sobre estas últimas nos enfocaremos en este artículo, pues su objetivo es desarrollar de forma física y espiritual al cuerpo. ¿Cómo lo logran? Las asanas favorecen la fuerza, elasticidad, concentración, equilibrio, coordinación y resistencia del cuerpo, procurando que quienes lo practiquen mejoren su postura y técnica de respiración, lo que les permita alcanzar un estado de meditación que los lleve a liberar su mente y ser conscientes de sí mismos.
Posturas básicas (asanas) del yoga
Son diversas las posturas que se practican dentro del yoga y cada una le aporta beneficios diferentes al cuerpo. Asimismo, el nivel de complejidad varía; sin embargo, debemos tener en cuenta que al realizar cada asana es fundamental prestarle atención a la alineación que tiene el cuerpo, pues de esta forma se podrá tener una respiración correcta y fluida. Además, se logrará que el cuerpo se encuentre cómodo y no forzado mientras se realiza determinada postura.
Así, podemos entender a la alineación dentro del yoga como aquel procedimiento que se sigue para ejecutar una asana de forma correcta. Si bien no existe un modelo preciso para realizarlas, siempre se debe tener en cuenta que las posturas no deben provocar malestar y que esa alineación debe favorecer una correcta respiración mientras se desarrolla la asana. Una gran opción para lograrlo es utilizando un tapete de yoga correcto, el cual facilite el ajuste correcto de la alienación. Ahora sí teniendo presente esto, a continuación te mencionamos cuáles son las asanas básicas dentro del yoga.
- Tadasana (postura de la montaña): esta asana requiere que el cuerpo se mantenga de pie y recto. Los pies deben encontrarse juntos y los brazos tendrán que colocarse estirados en los costados del cuerpo. Los glúteos y los hombros deben permanecer relajados y el pecho un poco elevado. Por su parte, la cabeza debe encontrarse mirando hacia el frente y los pies lo más enraizados a la superficie, de forma que el peso se reparta de forma equilibrada y la cadera se coloque de forma correcta y propicie una buena alienación.
De esta forma, cuando se logre la alineación correcta, los brazos se elevarán por los costados o delante del cuerpo, de manera que cuando se encuentren por encima de la cabeza las palmas de la mano se junten y miren hacia el cielo. Hacer esta postura tiene grandes beneficios para el cuerpo, tales como activar los músculos de la espalda, de los hombros y de los pies, así como adquirir conciencia respecto a la ubicación de nuestros pies y la forma de mantener el equilibrio.
- Sukhasana (postura fácil o del placer): una de las asanas más conocidas dentro del yoga es la sukhasana, pues generalmente con esta se comienza a practicar esta actividad física. Consiste en sentarse sobre los músculos isquiones, que se localizan en la parte posterior del muslo, y entrecruzar las piernas. Se debe procurar tener la columna recta, relajar un poco los hombros y colocar las manos sobre las rodillas.
Esta postura por sencilla que parezca tiene grandes beneficios para el cuerpo, pues al hacerla se fortalece la espalda, los hombros y la pelvis, mejora la postura del cuerpo y se relaja el tren superior. Además, es ideal para mejorar las técnicas de respiración.
- Balasana (postura del niño): para practicar esta postura lo primero que se debe hacer es colocar el cuerpo de rodillas y después inclinar toda la espalda hacia el frente, de manera que la cabeza toque el tapete y el cuerpo se recargue sobre los talones. Por su parte, los brazos permanecerán en los costados del cuerpo con las palmas al exterior y a la altura de los pies.
Al realizar esta asana el cuerpo debe permanecer relajado, ya que así notaremos como la respiración interviene en la zona abdominal. Cabe destacar que esta postura aporta muchas ventajas al cuerpo, pues se fortalecen los músculos de la espalda, piernas, glúteos y rodillas. Además, se relaja la zona de la espalda y la región lumbar libera presión.
Además, esta postura es ideal para liberar estrés, dormir mejor, aliviar dolores de la espalda baja y descansar, dado que le permiten al yogui equilibrar el cuerpo después de realizar posturas de gran intensidad.
Estas son algunas de las posturas básicas del yoga que, como pudiste darte cuenta, traen grandes beneficios físicos, pero que realmente son un paso más para que la persona que las practica conecte con su mente, cuerpo y emociones. Recuerda que para realizar con mayor seguridad cada una de estas posturas será de gran ayuda contar con un buen tapete de yoga que brinde estabilidad y protección en cada movimiento. Visita nuestra sección de Yoga para encontrar tu equipamiento ideal.