Cada que se tiene contacto con el agua, ya sea de una piscina o en la playa, es fundamental contar con ciertos accesorios que faciliten el ingreso del cuerpo a esta superficie y su posterior salida, sobre todo porque después el cuerpo sale húmedo y comienza a mojar el área.
Además, después de concluir una rutina de natación, los músculos pueden enfrentar diversas contracciones y cambios de temperatura que afectan la movilidad y la seguridad con la que se pisa. Ante estos casos, es importante contar con unas sandalias adecuadas que permitan caminar en espacios mojados con la mejor protección. Por esta razón, te contamos a continuación algunos aspectos que debes tomar en cuenta al seleccionar las sandalias para nadar.
Aspectos a considerar al elegir unas sandalias para natación
Las sandalias –también conocidas como chanclas– son un tipo de calzado que se encuentra casi en su totalidad descubierto, por lo que son la opción preferida durante el verano, pues facilitan la transpiración de los pies y además cuentan con materiales resistentes al agua. Los siguientes son algunos aspectos que debes considerar al momento de elegir tus sandalias para nadar:
- Composición: seguramente al buscar sandalias te has encontrado con muchas opciones, pero algunas veces estas suelen tener un diseño más casual y es que no todas las chanclas son óptimas para sumergirse en el agua. Generalmente, las que se utilizan en contextos acuáticos suelen fabricarse de materiales sintéticos como el tileno acetato de vinilo, silicona, gomaespuma de poliuretano, entre otros, que son altamente resistentes al agua y cuentan con una gran duración.
- Suela: otro aspecto de gran importancia al tratarse del calzado es el de la base sobre la que se coloca el pie, ya que en esta recaen todos los impactos producidos al caminar, así como la seguridad con la que nos desplazamos. Por esta razón, cuando se trata de sandalias para natación, es recomendable buscar que la suela se componga de goma EVA, la cual en su interior tiene pequeñas burbujas que absorben el aire y así ayudan a amortiguar el impacto de los movimientos.
Además, la suela EVA proporciona gran ligereza a cada tipo de pisada, lo que resulta bastante cómodo y funcional cuando se trata de agua, pues esta podría incrementar su volumen. Sin embargo, el agua tampoco es una preocupación para este tipo de suela, ya que tiene un rápido secado que evita la acumulación de bacterias y tiene una rapidez de evaporación.
- Horma: debe entenderse por horma a aquel modelo o patrón que se sigue para la fabricación de un calzado, de manera que puede darle a las sandalias una forma más ensanchada, alargada o estrecha. En el caso de las chanclas para actividades acuáticas, es importante considerar que la horma debe ser amplia en la parte de los dedos, pero sin hacer que el pie se resbale dentro de la sandalia.
Si tienes la opción de probarlas antes de comprarlas, ¡hazlo! No hay nada mejor que conocer si el calzado se ajusta y adapta al tipo de pie que tienes y, por lo tanto, te resulta cómodo. - Talla: de la misma manera en que se elige cualquier otro tipo de calzado, es necesario seleccionar las sandalias para natación considerando la talla del pie que cuenta cada persona, pues calzar unas chanclas más grandes o pequeñas puede limitar los movimientos que se realizan y al utilizarse en espacios mojados, incluso, provocar una lesión. Si no conoces tu talla de pie, puedes colocar una hoja de papel sobre el suelo y después situar tu pie sobre esta lámina; al hacerlo, marcarás la silueta de esta extremidad y con una cinta métrica medirás la distancia que existe desde el borde de la hoja hasta el dedo más largo.
- Diseño ergonómico: al hablar de ergonomía nos referimos a aquella cualidad que tienen las sandalias para adaptarse a las características fisiológicas de cada persona. En el mercado es posible encontrar diversos modelos de sandalias con diseños ergonómicos que se adaptan a los distintos tipos de plantas del pie: plano, cavo o normal.
- Uso de correas: para finalizar, considera qué tanto ajuste deseas tener sobre el pie. En el caso de los niños es común que las sandalias tengan correas en la parte trasera de este calzado, las cuales se acomodan en la parte del tobillo y evitan la caída constante de las chanclas.
Estos son algunos aspectos que debes tomar en cuenta cada que eliges unas sandalias para ir a la alberca o a la playa. Recuerda que no hay nada mejor que pisar con seguridad y protección, sobre todo en superficies que implican un mayor riesgo de lesión. En nuestra sección de Sandalias para Natación puedes encontrar diversos modelos y diseños de sandalias para niños y adultos que se adaptarán a cada necesidad y tipo de pie.