Las técnicas que definen un partido
En el voleibol, cada movimiento tiene un propósito estratégico.
Cada punto que ganas o pierdes puede definirse por la precisión con la que realizas ciertas acciones clave.
El saque, el toque y el remate son más que simples movimientos: son herramientas esenciales que, si sabes cómo usarlas, transforman el rumbo del partido.
Un saque mal ejecutado regala puntos al rival; un toque impreciso compromete toda la jugada, y un remate poco efectivo pierde la oportunidad de cerrar con fuerza.
En Martí Mx, te explicaremos por qué estas técnicas son tan importantes, cómo ejecutarlas a la perfección y qué errores debes evitar.
El saque: El primer golpe del juego
El saque es el inicio de cada punto y una oportunidad única para tomar la iniciativa desde el primer golpe.
Hay diferentes tipos de saques que debes conocer y dominar:
- Saque flotante: El balón viaja con poca rotación, lo que hace que su trayectoria sea impredecible. Es una excelente opción para incomodar al equipo contrario, ya que la recepción se vuelve más difícil.
- Saque en salto: Combina potencia y velocidad. Requiere una gran coordinación entre el salto y el golpe para generar fuerza y ángulo preciso. Ideal cuando necesitas un saque ofensivo y agresivo.
Un buen saque puede darte la ventaja desde el inicio, ya que obliga al equipo contrario a responder rápido y, en muchos casos, provoca errores.
Sin embargo, debes equilibrar potencia con precisión: un saque muy arriesgado puede terminar en una falta que regale puntos al rival.
Practica regularmente para mejorar tanto la fuerza como la ubicación del saque.
Toque de dedos: El arte del control
El toque de dedos es fundamental en el voleibol, ya que te permite recibir el balón con suavidad y precisión, preparándolo para el siguiente pase o ataque.
La clave está en golpear el balón con las yemas de los dedos, manteniendo los brazos relajados y una postura equilibrada. Este toque se usa, sobre todo, en dos situaciones:
- Recepción del balón: Permite controlar balones que llegan a baja velocidad, manteniendo la jugada fluida.
- Colocación para remate: Sirve para pasar el balón al rematador con la mayor precisión posible, asegurando que el ataque sea efectivo.
El mayor reto del toque de dedos es evitar que el balón toque las palmas, lo que se considera una falta técnica.
La práctica constante te ayudará a mejorar tu sensibilidad con el balón y la velocidad de tus movimientos, algo esencial en situaciones de juego rápido.
El remate: Potencia en estado puro
El remate es la culminación de la jugada ofensiva.
Aquí, todo tu entrenamiento en salto, fuerza y precisión se pone a prueba.
La idea es golpear el balón con fuerza para que cruce la red y toque el suelo en el campo contrario sin darles oportunidad de defenderlo.
Para realizar un buen remate, debes coordinar varios elementos:
- El salto: Necesitas un buen impulso para superar el bloqueo del equipo contrario.
- El golpeo: Asegúrate de contactar el balón en su punto más alto. Usa la muñeca para dirigir el balón hacia zonas débiles de la defensa rival.
- La lectura del bloqueo: Analiza rápidamente dónde están los bloqueadores y ajusta tu golpe para evitar su bloqueo.
El remate es uno de los movimientos más espectaculares del voleibol, pero requiere confianza y mucha práctica para perfeccionarlo.
Los errores más comunes incluyen golpear fuera de la cancha o estrellar el balón contra el bloqueo.
Por eso, también es importante tener alternativas como fintas o toques suaves.
Cómo elegir el saque perfecto para cada momento
Elegir el saque adecuado depende del momento del partido y del estado del rival.
Aquí tienes algunos consejos para cada tipo de saque:
- Saque flotante: Úsalo cuando notes que la recepción del rival está débil. Es ideal para forzar errores.
- Saque en salto: Prefiere este saque en situaciones donde necesitas arriesgar para ganar puntos rápidos, especialmente cuando el marcador es cerrado.
- Saque táctico: Si ves que un jugador específico del equipo contrario tiene problemas en la recepción, dirige tus saques hacia él.
Adaptar tu saque a las circunstancias del partido te permitirá mantener la presión sobre el rival.
La versatilidad es clave.

¿Cuándo es mejor hacer un toque en lugar de un pase?
El toque no es solo un pase sencillo; es una herramienta estratégica.
En momentos de presión, puedes usarlo para ganar tiempo o para colocar el balón de manera precisa para un compañero.
Por ejemplo:
- Toques rápidos: Desconciertan al bloqueo rival.
- Toques defensivos: Mantienen viva la jugada y preparan al equipo para reorganizarse.
Decidir entre un toque o un pase más potente depende de la situación y de la comunicación con tus compañeros.
El impacto psicológico del remate
El voleibol no es solo un deporte físico; también es mental.
Cada vez que realizas un remate poderoso, envías un mensaje claro al equipo contrario: estás al mando.
Este impacto psicológico puede desgastar al rival, haciéndolo cometer más errores.
Errores comunes al ejecutar el saque, toque y remate
- Saque: No coordinar bien el lanzamiento y el golpe en el saque en salto.
- Toque: Usar las palmas en lugar de los dedos, causando falta.
- Remate: No calcular bien el bloqueo y mandar el balón fuera.
Cómo la comunicación afecta estas técnicas
La comunicación es esencial en cada jugada.
Asegúrate de hablar con tus compañeros antes de cada saque, toque o remate.
Usa palabras clave para indicar qué tipo de jugada harás.
Domina las técnicas y lleva tu juego al siguiente nivel
El saque, el toque y el remate son las tres técnicas fundamentales que definen el éxito en el voleibol.
Dominar cada una requiere práctica, paciencia y estrategia.
Con trabajo constante, mejorarás tu rendimiento y te convertirás en un jugador más completo.
En blog Martí hemos tratado con mayor profundidad temas como “10 ejercicios para llevar tu bloqueo al siguiente nivel“.
Date una vuelta por nuestra sección de voleibol y sigue aprendiendo.
¡El siguiente gran punto es otra oportunidad para de ti!