Cuando decimos calorías de mantenimiento, nos referimos a la energía que necesitamos cada día para mantener el correcto funcionamiento de nuestro organismo.
Para determinar esa cantidad de energía, se pueden utilizar diferentes fórmulas que arrojan una cifra bastante precisa, tomando en cuenta el peso, la edad, la altura, género y nivel de actividad física como factores determinantes.
¿Cómo se determinan las calorías de mantenimiento?
Para conocer las calorías de mantenimiento se utiliza una fórmula, que anteriormente hemos revelado en nuestro contenido. La famosa ecuación de Harris Benedict.
- Te la recordamos, si eres hombres esta es la operación que debes hacer:
66,473 + (13,751 x masa Kg) +(5,0033 x estatura) – (6,55 x edad)
- Si eres mujer, utiliza esta fórmula:
665,51 + (9,463 x masa Kg) + (1,8496 x estatura en Cm) – (4,6756 x edad)
Es evidente cuáles son los factores que intervienen en el cálculo de las calorías de mantenimiento y que estos son exactamente iguales. Sin embargo, tú no eres igual a otra persona, aunque tenga la misma edad, estatura y peso, la diferencia la marca el nivel de metabolismo.
¿Qué debes hacer para establecer las calorías de mantenimiento?
Tener plena conciencia de lo que comes. Es decir, conocer con exactitud cuántas calorías consumes al día, para eso te recomendamos anotar todos los días lo que comes incluyendo la cantidad de calorías que aportan cada alimento.
No es fácil hacer esto, pero tendrás la oportunidad de familiarizarte con los alimentos, para poder tener un control de tus calorías de mantenimiento. Al cabo de un tiempo sabrás cuántas calorías exactas tiene la pechuga de pollo que tanto te gusta o el plátano que incluyes como contorno.
Llevar un registro de lo que comes durante un tiempo, te va a permitir saber el impacto que las calorías tienen sobre tu cuerpo.
Parte del proceso de mantenimiento es la continuidad
Tras establecer las calorías de mantenimiento, logrando el peso que quieres, lo siguiente en el proceso es la continuidad. No es que debes comer todos los días la misma cantidad de calorías, se trata más bien de mantener el equilibrio y controlar el número, por lo menos una vez cada siete días.
Por otra parte, es importante destacar la diferencia entre las calorías que consumes y las que se absorben. Una información que debes manejar, por ejemplo, la forma de cocción y en tiempo, pueden alterar la energía absorbida.
También, si enfrías y recalientas algunos alimentos con alto contenido de almidón, elevas el almidón resistente y, por ende, disminuye la cantidad de calorías.
Otro aspecto que influye en la capacidad de absorción de energía es la microbiota de cada individuo, con una notable diferencia hasta del 10% entre personas.
En resumen, la energía que requieres día a día para el correcto funcionamiento de tu cuerpo, de eso se trata las calorías de mantenimiento. Aquí te hemos explicado cómo establecerlas adecuadamente.
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