Cuando iniciamos a hacer ejercicio es probable que se desconozca el funcionamiento del cuerpo y se adopten ciertos mitos respecto a lo que se debe hacer o no al momento de la actividad física. Uno muy común es el referente a la hidratación en el ejercicio, ya que suele decir que es mejor evitar el consumo de agua en esas situaciones.
Nuestro cuerpo se compone en un 60 % de agua, misma que perdemos al sudar, orinar, respirar y consumir alimentos. Sin embargo, este líquido es fundamental para el correcto funcionamiento del cuerpo, por lo cual se recomienda un consumo diario de dos litros y una cantidad mayor si se hace ejercicio; de hecho, Medica Sur refiere que se deben recuperar de 700 ml a 1 litro de agua por cada hora de actividad física. Entonces, ¿es correcta la hidratación en el ejercicio? A continuación te lo decimos.
¿Por qué es importante la hidratación en el ejercicio?
Uno de los mitos más extendidos al hacer ejercicio o alguna actividad física es que consumir agua mientras se hace deporte es dañino, ya que se cree que puede causarnos molestias estomacales o inflamación; sin embargo, la respuesta a este mito es muy simple: tomar agua al realizar alguna actividad física es benéfico y necesario para nuestro organismo, ya que al ingerir agua prevenimos la deshidratación, uno de los factores de riesgo del ejercicio.
El agua es un elemento fundamental para nuestro cuerpo, ya que le proporciona minerales como el calcio, magnesio y flúor, que ayudan en el fortalecimiento de los huesos y dientes. Además, este líquido le permite a nuestro organismo realizar sus funciones necesarias; por ejemplo, la conducción de nutrientes hacia las células, la digestión de la comida, la circulación sanguínea, la respiración, la regulación de la temperatura, así como la contracción de los músculos.
Por esta razón, es inevitable que exista una pérdida de agua en nuestras actividades diarias; sobre todo, cuando hacemos ejercicio, ya que respiramos más oxígeno y nuestros músculos se estiran y trabajan más. Así que cada que hagas ejercicio, ya sea al aire libre o en un gimnasio, consume de forma constante el líquido.
La hidratación en el ejercicio debe de realizarse antes, durante y después de la actividad, ya que al realizar deporte se produce un aumento de la temperatura corporal, lo que produce mayor sudoración; es decir, una pérdida de agua por la piel y por la respiración. Por ello, al consumir agua antes, durante y después mantenemos el equilibrio hídrico, que es clave para desarrollar cualquier actividad y así lograr un mayor desempeño físico.
Ahora bien, ¿existe un rango de tiempo en el que se debe ingerir el líquido? Se recomienda que la hidratación en el ejercicio comience dos horas antes de iniciar una actividad física y que el consumo sea de 500 ml de agua, pues esto permitirá regular la temperatura corporal y tener energía. Por su parte, mientras se realiza el ejercicio se considera necesario beber entre 700 ml y un litro de agua, distribuyendo las tomas en periodos de 20 a 25 minutos, pues le ayudará al deportista recuperar los electrolitos que perdió, así como el agua que expulsó mediante el sudor, así como conservar buenos niveles de glucosa en la sangre.
Finalmente, al concluir la actividad física, comienza la fase de rehidratación, en la cual el agua permitirá reponer los líquidos perdidos y ayudar a los músculos a su recuperación. Si el entrenamiento fue de alto impacto y duró más de 3 horas, es recomendable ingerir bebidas con un alto porcentaje de sodio, magnesio y glucosa.
Cabe destacar que, de acuerdo con la CONADE, se recomienda la ingesta de agua cuando el ejercicio no supera 1:30 horas de actividad. Sin embargo, si el ejercicio se realiza en dos horas y media es recomendable el consumo de sueros que compensarán la falta de agua y sales en el organismo. Por su parte, si se supera este tiempo, es necesario el consumo de bebidas isotónicas, ya que contienen más minerales y carbohidratos necesarios para la recuperación del organismo.
Como te diste cuenta, la hidratación en el ejercicio es fundamental para tener un mejor rendimiento y, sobre todo, no exponerse a una severa deshidratación. Por ese motivo se vuelve necesario contar con una botella de agua que te permita mantenerte siempre hidratado/a. Procura que este contenedor sea hermético, resistente, con un buen agarre y, sobre todo, con una boquilla adaptable. ¿A qué nos referimos? Que cuente con una válvula, la cual agilice el consumo de agua y evite derrames.
No olvides nunca tomar agua y procura cargar contigo una botella reutilizable para todos tus entrenamientos. En nuestra sección de Botellas y Termos podrás encontrar diversos contenedores que te ayudarán a mantenerte hidratado durante tus rutinas diarias y te mantendrán seguro de derrames.