Muchas veces sucede que tras un tiempo de hacer ejercicio constante no se notan los resultados y esto puede ser bastante desmotivante para las personas que lo realizan. La edad es un factor determinante para esto, pues, como bien refiere la BBC, para los jóvenes es más fácil y rápido notar un incremento de fuerza y volumen muscular. Sin embargo, además de este aspecto, existen errores comunes al hacer ejercicio que dificultan la visibilidad de resultados.
Al hablar de errores comunes al hacer ejercicio nos referimos a aquellas acciones que se hacen o dejan de hacer y no solo minimizan los resultados, sino también ponen en riesgo a los músculos. Para que sepas a qué nos estamos refiriendo, te lo decimos a continuación.
7 errores comunes al hacer ejercicio
Si estás preocupado/a porque no percibes cambios significativos al hacer ejercicio o te lesionas de forma frecuente, queremos decirte que en muchas ocasiones esto se debe a que se cometen ciertos desaciertos en una rutina. No dejes que tus esfuerzos se reduzcan ni que la motivación disminuya y considera lo siguiente a fin de evitarlo en tus entrenamientos.
- No calentar: a veces por la rapidez o por la falta de tiempo, se comienza a hacer ejercicio sin un calentamiento previo; un factor que, sin duda, afecta al rendimiento del cuerpo. Esto se debe a que con el calentamiento muscular se incrementa la temperatura corporal, el flujo sanguíneo, la transmisión de estímulos nerviosos y disminuye la viscosidad intramuscular, lo cual permite evitar lesiones.
- No consumir agua: otro de los errores frecuentes que afectan el correcto funcionamiento de una actividad física es el poco o nulo consumo de agua antes, durante y después de terminar. Hay que recordar que el agua es aquel líquido que permite que el organismo realice sus funciones y que los músculos y articulaciones tengan un buen rendimiento. Sin una buena hidratación sentirás poca energía y realmente no te sentirás preparado para hacer ejercicio.
- Realizar la misma rutina: ejecutar una misma rutina de forma constante ocasiona que los músculos se adapten y enfrenten un estancamiento en el que se dejan de percibir cambios. Ante esto, es importante transformar el entrenamiento, ya sea agregando un poco más de peso, trabajando otros grupos musculares o aumentando la intensidad.
- No descansar: quizá existe la idea errónea de que entre más trabajo y tiempo se destine a hacer ejercicio, mayores serán los resultados. Pero, ¿dónde queda el descanso? Los músculos son tejidos que se contraen y permiten que el cuerpo se mueva; sin embargo, cuando se someten a un ejercicio de gran intensidad pueden sufrir desgarros y requieren de un buen descanso para regenerarse y tener un buen funcionamiento. De no hacerlo, incluso, podrían sufrir alguna lesión.
- No cambiar los hábitos alimenticios: otro de los errores comunes al hacer ejercicio es mantener la misma alimentación, ya que a veces se cree que solo con la actividad física se percibirán cambios, pero esto no es así. Para que los músculos tengan energía es necesario que la dieta sea rica en carbohidratos, proteína, hierro, vitaminas y minerales. Aunque claro, en este caso siempre es importante contar con la asesoría de un especialista.
- Hacer ejercicio de gran intensidad en ayunas: sabemos que la mañana es aquella parte del día en la que se suele realizar una actividad física. Sin embargo, es importante evitar ejercicios o entrenamientos que demanden mucha energía, pues esta se obtiene de las reservas de glucógeno del cuerpo y al acabarse —debido a una alta exigencia— podrían devenir mareos, vómito, confusión e, incluso, quema de masa corporal.
- No contar con ropa o calzado adecuado: finalmente, un factor que puede influir de forma negativa en el funcionamiento del cuerpo es hacer ejercicio con prendas que no están diseñadas para esto ni te proporcionan seguridad. Ante esto, es fundamental tener en cuenta que la ropa debe contar con las siguientes características:
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- Ventilación: la ropa para hacer deporte suele componerse de tejidos que favorecen la transpiración del cuerpo y evitan la acumulación de sudor; por ejemplo, la playera Puma Fitness All Day cuenta con la tecnología dryCELL que mantiene al cuerpo seco durante el entrenamiento, ya que su tejido expulsa el sudor hacia afuera y evita así su acumulación.
- Compresión: otra de las características de las prendas para hacer ejercicio es que, gracias a su composición de poliéster, nylon y elastano, poseen mucha elasticidad, lo cual favorecer la compresión del cuerpo; es decir, aquella presión sobre los músculos que mejora la circulación sanguínea. Tal como sucede con las mallas deportivas, las cuales se ajustan al cuerpo —sin provocar dolor— y acompañan a los músculos en cada movimiento o flexión.
- Comodidad: otro de los aspectos importantes de la ropa deportiva es que no provocan rozaduras ni molestias al encontrarse en constante fricción con la piel. Además, como parte de su tecnología de transpiración, evitan la acumulación de bacterias, hongos y mal olor, lo cual mejora la experiencia de practicar esta actividad física.
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En el caso del calzado, es de gran importancia evitar aquellos tenis con una suela deslizante y una mala sujeción, pues se podría provocar una lesión. Debido a esto existen tenis específicos para correr y otros para actividades fitness. Los primeros brindan una buena amortiguación, pero dan más libertad al tobillo; por ejemplo, los adidas Correr Solarglide 5 que tiene una suela de caucho que brinda estabilidad y adherencia al piso, así como la tecnología Boost que retorna la energía para un mayor rendimiento. En cambio, los tenis para entrenamiento buscan ofrecer una mayor estabilidad para evitar movimientos inadecuados de los pies, tal como los tenis Nike Fitness MC Trainer 2 que cuentan con una entresuela Phylon que proporciona estabilidad, ligereza y amortiguación ante cada impacto.
Evita repetir estos errores comunes al hacer ejercicio y obtiene mejores resultados en cada entrenamiento. Encuentra en nuestra sección de Fitness las mejores prendas y calzado para mejorar tu rendimiento y disfrutar de los resultados.