Alrededor del mundo existen muchos lugares que permiten realizar actividades físicas en espacios nevados; una de las más comunes es esquiar, pues no solo tiene un carácter recreativo, sino también uno deportivo que conlleva un gran esfuerzo físico.
El esquí es un fantástico deporte de invierno del que pueden disfrutar personas de todas las edades y niveles. Consiste en deslizarse por las pistas con los esquís atados a los pies, utilizando unos bastones para mantener el equilibrio y sortear los obstáculos en el descenso. Esto es lo que lo convierte en uno de los deportes preferidos durante la temporada invernal del año.
Origen del esquí
El esquí ha sido practicado por miles de años en diferentes regiones del mundo; se cree que tiene sus raíces en la necesidad de las personas que viven en regiones con nieve para moverse de manera más fácil y rápida. De hecho, de acuerdo con el portal efdeportes, los primeros registros de la práctica de esta actividad provienen del año 3000 a.C y corresponden a un grabado encontrado en Noruega en el que se retrata a un cazador con esquís, lo que indica que e esquiar era una actividad practicada por los cazadores y pastores de esa región.
El esquí también era utilizado en la cultura nórdica y escandinava desde hace muchos siglos, donde era un medio de transporte común en invierno. En la década de 1850, esta actividad comenzó a popularizarse como deporte; sobre todo en Noruega y Suiza, donde se establecieron las primeras asociaciones. En 1924, el esquí alpino fue incluido en los Juegos Olímpicos de Invierno por primera vez.
Los primeros esquiadores utilizaban bastones de madera de 1,20 m para deslizarse por terrenos nevados, pero con el tiempo las técnicas evolucionaron y esquiar se convirtió en un deporte popular en todo el mundo. Además, ha evolucionado a lo largo de los años con mejoras en tecnología y diseño de equipos, lo que ha permitido a los practicantes mejorar su rendimiento y hacer de este deporte una actividad más accesible para todo tipo de personas.
Beneficios de esquiar
Esquiar es una excelente manera de mantenerse en forma física y mentalmente. Primero que nada porque es una actividad aeróbica que da al cuerpo la oportunidad de ejercitarse y al mismo tiempo mejorar el equilibrio y la coordinación. También beneficia la resistencia cardiovascular, aumenta la fuerza muscular y la flexibilidad, así como se previenen lesiones, pues el cuerpo se encuentra más fortalecido.
Además, el esquí puede ayudar a reducir el estrés y mejorar la claridad mental, pues se liberan endorfinas durante la práctica. Sin olvidar que es una excelente forma de explorar el exterior, ya que brinda la oportunidad de disfrutar de la belleza de la naturaleza al tiempo que se hace algo de ejercicio. Por último, es una opción apta para personas de todas las edades y capacidades, lo que lo convierte en una actividad ideal para familias o grupos de amigos.
Distintas modalidades en que se puede esquiar
Si estás pensando en esquiar, debes saber que existen diversas modalidades de este deportes, las cuales varían según el terreno, tipo de nieve, equipo utilizado y nivel de habilidad del esquiador. Algunas de las modalidades más populares son:
- Esquí alpino: es la modalidad más común; se practica en pistas preparadas, generalmente en estaciones de esquí, y se utiliza un equipo específico que incluye botas, esquís y bastones.
- Esquí de fondo: también conocido como esquí nórdico, se practica en terrenos llanos o con pendientes suaves y consiste en recorrer largas distancias sobre esquís. El equipo utilizado es más ligero que el del esquí alpino y se emplea un movimiento de deslizamiento continuo.
- Esquí de travesía: también llamado esquí de montaña, se practica en terrenos fuera de pista y no preparados, con ascensos y descensos pronunciados. Se utiliza un equipo especial que permite subir la montaña y luego bajarla esquiando.
- Freestyle: es una modalidad acrobática de esquiar que se practica en parques de nieve con obstáculos como saltos, barandillas y rampas, los cuales le permiten a los esquiadores realizar trucos y acrobacias en el aire.
- Esquí de velocidad: consiste en descender una pista especialmente diseñada para alcanzar la mayor velocidad posible. Los esquiadores utilizan un equipo especial y una posición aerodinámica para lograr la mayor velocidad.
- Esquí de fondo estilo libre: es una variante del esquí de fondo que combina técnicas del esquí alpino y del esquí de fondo, con pistas preparadas para la práctica del estilo libre y saltos.
Como puedes darte cuenta, cada modalidad ofrece una experiencia única de esquiar y desafíos diferentes que requieren habilidades específicas y un equipo adecuado para la práctica segura. En primer lugar, se necesitan unas botas de esquí, bastones y fijaciones, así como ropa adecuada que incluya guantes, gafas, un casco para protegerse y una chamarra abrigadora, tal como la Nike Casual Therma-FIT Repel Mujer que cuenta con la tecnología Therma-Fit que conserva la energía impidiendo la salida del calor y aislando el frío y el viento para mantener la temperatura corporal. O la Adidas Casual Varilite que tiene un diseño liviano, pero ofrece una protección completa contra el frío.
Una vez que se tiene todo el equipo necesario, es necesario aprender los fundamentos de la técnica del esquí. Hay que recordar que para esquiar es necesario trabajar el equilibrio y técnicas como girar, frenar y esquivar baches u obstáculos. Por último, se debe tomar en cuenta que es un deporte peligroso, por lo que es importante practicarlo con seguridad. Encuentra en nuestra sección de Chamarras algunas prendas útiles para hacerle frente a las condiciones del exterior y disfrutar al máximo del esquí.