Muy probablemente cada persona que tenga su propia motocicleta tendrá una opinión de cómo darle mantenimiento, como conducirla o, incluso, de qué color comprar el caso. Y si bien es cierto que las experiencias personales pueden ser una fuente invaluable de conocimiento y que nos pueden ayudar a en según qué situaciones.
Con el paso del tiempo se han llegado a ciertas conclusiones que, independientemente de si somos novatos, si llevamos años conduciendo o de si tenemos un modelo en concreto de motocicleta debemos aplicar para asegurar no solo nuestra integridad a la hora de conducir una motocicleta, también a la integridad de las demás personas que también estén haciendo uso de unas carreteras.
Buen equipamiento para conducir una motocicleta
Quizás, este sea el mejor punto de partida (asumiendo que ya contamos con una motocicleta). Y no solo nos estamos refiriendo al caso; unos buenos guantes, el casco homologado, calzado a poder ser cerrado y una chaqueta con refuerzo en la zona de los hombres y alguna protección en las rodillas son el equipo que toda persona que quiera o vaya a conducir una motocicleta debe tener.
Ahí afuera podemos estar expuestos no solo a colisiones, también a magulladuras, quemaduras y, como no, el predecible cambio ambiental. Lo mejor es estar preparado.
Clases para manejar la motocicleta
Hay personas que recomiendan encarecidamente que, al menos, se dedica que hora de practica supervisada por un profesional antes de tener nuestro primer contacto con una motocicleta.
Sin embargo, la cosa no queda aquí; si somos conductores con cierta experiencia, la mejor opción que tenemos es buscar cursos para, por ejemplo, diferentes tipos de terrenos o diferentes tipos de conducción.
De esta forma, vamos adquiriendo un mejor conocimiento de este vehículo y de todos los procesos que se ven involucrados.
Mantener una distancia segura con los vehículos
Esto aplica especialmente cuando nos encontramos conduciendo en una zona urbana. Aquí es muy importante que mantengamos una distancia prudente respecto del vehículo que tengamos en frente, al mismo tiempo que tenemos los dedos colocados levemente en los frenos.
De esta forma, podremos ser más eficaces a la hora de tener que frenar con rapidez por algún tipo de accidente.
Conducir con la mente despejada
La ansiedad y el estrés son condicionantes que pueden ocasionar que nuestra habilidad a la hora de conducir la motocicleta se reduzca considerablemente.
La capacidad de reacción y la toma de riesgo se ven alteradas, por no mencionar que podremos distraernos de una forma mucho más rápida. Es muy importante estar completamente concentrado al momento de salir a manejar.
Conocer muy bien la moto
Los expertos recomiendan que, antes de sacar la moto a todos esos sitios increíbles, pasemos por un periodo de “adaptación”, en donde vayamos conociendo poco a poco, de una forma más o menos controlada, como responde nuestra motocicleta a diferentes situaciones.
Siempre lo ideal es que comencemos de menos a más, con una conducción suave al principio, luego podremos ir escalando a curvas a mas o menor velocidad, frenadas, entre otros.
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