En la actualidad cada vez es más frecuente que las personas busquen nuevas formas de ejercitarse y de sacar el mejor provecho en cada rutina, de manera que en un solo entrenamiento se trabaje de forma completa el cuerpo y se obtengan más beneficios al hacerlo.
Una opción para lograrlo es mediante el entrenamiento funcional, el cual consiste en realizar una serie de ejercicios que se ajustan a los movimientos naturales del ser humano, ya sea caminar, correr, trepar, levantar, arrojar, etc. Entrenar de esta forma tiene grandes ventajas; por ejemplo: mejorar la agilidad y el equilibrio, fortalecer toda la musculatura del cuerpo, beneficiar la salud corporal, corregir la postura y ayudar al sistema cardiovascular a tener un mejor funcionamiento.
Algunos ejercicios que forman parte de un entrenamiento funcional son muy comunes y se hacen de forma aislada. Sin embargo, dentro de este plan de ejercicio se unifican para obtener mejores resultados; por ejemplo, sentadillas, fondos, zancadas, flexiones, abdominales, dominadas, entre otros. Ahora bien, para desarrollar cada uno de estos ejercicios se hace necesario contar con ciertos elementos básicos que faciliten su puesta en práctica. Algunos de ellos te los contamos a continuación.
Elementos básicos para un entrenamiento funcional
Si estás pensando en incluir un entrenamiento funcional dentro de tus rutinas diarias, considera tener contigo los siguientes accesorios:
- Calzado cómodo: cada que una persona decide ejercitarse, debe tomar en cuenta que para dar movimientos certeros y seguros es necesario contar un buen calzado, el cual se adecúe a las necesidades de cada atleta. Para realizar un entrenamiento funcional es necesario contar con unos tenis que proporcionen un correcto agarre y tracción. ¿A qué nos referimos con esto? A que la suela debe evitar resbalones y caídas que podrían ocasionar una lesión mientras se está maniobrando con algún peso libre.
Además, este calzado debe favorecer la flexibilidad de los pies; es decir, no deben ser tan rígidos, pero sí tener durabilidad. Asimismo, en este tipo de entrenamiento es recomendable que los tenis brinden una correcta amortiguación que mitigue los impactos producidos por los saltos, desplazamientos y movimientos de gran intensidad. Todo esto sin olvidar la seguridad que deben proporcionar a las extremidades.
- Ligas de resistencia: una forma de darle más complejidad a cada ejercicio es mediante el uso de ligas de resistencia, que son bandas flexibles que ejercen presión sobre los músculos. Estas pueden utilizarse en las piernas o brazos y permiten fortalecer el área sobre la que ejercen la resistencia.
En el mercado podrás encontrar distintos modelos de ligas de resistencia: elásticas lisas, elásticas tubulares e incluso con pedal y cada una de ellas permite darle diferentes usos. Por ejemplo, las que tienen pedal pueden facilitar la práctica del remo o las lisas utilizarse como complemento de una sentadilla.
- Mancuernas y pesas: ambos accesorios son equipos de peso libre que le dan la facilidad a las personas de entrenar con independencia y de darles diferentes usos; a diferencia de lo que sucedería con una máquina para hacer ejercicio en la que se sigue un mismo patrón y los usuarios se restringen a utilizarlos de una sola manera.
De esta forma, es común que durante las sentadillas se utilicen mancuernas en ambas manos para reforzar el tronco y los músculos del tren inferior. O también, se puede hacer el conocido peso muerto con las kettlebells – pesas rusas– que son útiles para realizar diferentes ejercicios multiarticulares.
- Cuerda para saltar: el uso de cuerdas para saltar dentro de un entrenamiento funcional es muy frecuente, pues ese aditamento permite hacer una diversidad de ejercicios y generar resistencia entre quienes la usan. Además, tras su uso constante mejora la coordinación y el equilibrio.
Estas pueden tener distintos usos, algunos más intensos que otros; por ejemplo, se puede saltar alternando los pies o hacerlo con uno solo. También, se puede dar el brinco moviendo toda la parte inferior del cuerpo o de adelante hacia atrás. En todos los casos es conveniente que las cuerdas se fabriquen a partir de materiales resistentes como el nylon, el algodón, el cuero o el PVC.
De igual forma, es de suma importancia tomar en consideración el tamaño de cada cuerda, pues estos cordones deben elegirse a partir de la estatura de cada persona. Toma en cuenta que para un entrenamiento funcional es necesario que la cuerda tenga una extensión de al menos 80 cm más que la altura humana.
- Pelota de yoga: finalmente, la pelota es otro elemento básico para un entrenamiento funcional, ya que es una herramienta que además permite minimizar el riesgo de lesiones durante un entrenamiento y se adapta a la condición y necesidades de cada persona. Ahora bien, quizá te preguntes cómo usarla, pues bien son distintas las utilidades que se le pueden dar a este accesorio; por ejemplo, se puede ejecutar un puente en el que la pelota se coloque debajo de un cuerpo en posición de reposo y le ayude a hacer elevaciones de piernas sin la necesidad de un gran esfuerzo. También, posibilita la puesta en práctica de sentadillas laterales mediante la colocación del cuerpo en este esférico.
Estos elementos son básicos para poder llevar a cabo de mejor manera un entrenamiento funcional y obtener así un mejor rendimiento. En su mayoría estos aditamentos puedes encontrarlos en Martí y agregarle más intensidad y protección a tus rutinas de ejercicio.
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