¿Quieres ser imparable en la cancha?
¡Entonces tienes que dominar los golpes básicos del voleibol!
Estos movimientos son el cimiento sobre el que se construye cada jugada, cada punto y, al final, cada victoria.
Tanto si eres principiante como si ya llevas un tiempo jugando, perfeccionar estos golpes hará que destaques y disfrutes al máximo del juego.
A continuación en Martí Mx, te explico cada uno de ellos en detalle para que los entiendas y los practiques como todo un profesional.
1. El saque: Tu primer movimiento decisivo
El saque marca el inicio de cada jugada, y tener un buen saque es vital para llevar la ventaja desde el primer momento.
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Existen diferentes tipos de saque que puedes usar dependiendo de tu estrategia y el momento del juego:
- Saque bajo: Ideal para principiantes, ya que es fácil de controlar. Simplemente balanceas tu brazo hacia adelante y golpeas el balón desde abajo.
- Saque flotante: Este tipo de saque, sin rotación, hace que el balón se mueva impredeciblemente en el aire, dificultando la recepción del rival.
- Saque por salto: Si buscas agresividad y potencia, este saque es perfecto. Involucra un salto antes de golpear el balón, generando más velocidad y efecto.
Recuerda que la clave está en encontrar el saque que mejor se adapte a tu estilo y practicarlo hasta que se vuelva natural.
2. Toque de dedos: La técnica perfecta para armar la jugada
El toque de dedos es un golpe suave y controlado que se usa principalmente para preparar un ataque.
Imagina que formas un triángulo con tus dedos, permitiendo que el balón toque ligeramente las yemas.
La idea es que muevas los brazos hacia arriba de manera fluida, sin que el balón rebote descontroladamente.
Se usa para colocar el balón con precisión cerca de la red, donde tu compañero pueda hacer un remate.
La postura es fundamental: mantén las rodillas flexionadas y los codos ligeramente hacia afuera para amortiguar el impacto.
3. Voleo: Precisión en el aire
El voleo es una variante del toque de dedos, pero se realiza en situaciones donde necesitas enviar el balón rápido y directo hacia un compañero o al campo rival.
A diferencia del toque más estático, el voleo es dinámico y se usa cuando el balón viene desde un ángulo alto o una trayectoria difícil.
Para un buen voleo, asegúrate de posicionar tu cuerpo debajo del balón y mantener la mirada fija en él.
Tus muñecas deben estar firmes para dar dirección al golpe.
En competencias rápidas, este golpe puede ser el secreto para sorprender al rival con una jugada inesperada.
4. Golpe bajo o de antebrazos: El salvavidas de cada jugada
Este golpe es fundamental para recibir saques y salvar pelotas difíciles.
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Al hacer un golpe bajo, debes juntar ambos antebrazos para crear una superficie plana que reciba el balón.
La clave está en no usar las manos, sino los antebrazos para darle dirección al golpe.
Este movimiento se usa generalmente en la recepción de saques o en situaciones defensivas.
Para ejecutarlo correctamente, mantén tus rodillas flexionadas y los pies separados a la anchura de los hombros.
El contacto debe ser suave, pero lo suficientemente firme para que el balón llegue a tus compañeros sin problemas.
5. El remate: Potencia y precisión en su máxima expresión
El remate es el golpe más espectacular del voleibol y uno de los más difíciles de dominar.
Se trata de golpear el balón con la mayor fuerza posible para que toque el suelo en el campo contrario antes de que la defensa pueda reaccionar.
Para un remate exitoso, necesitas combinar potencia, velocidad y precisión.
La técnica correcta involucra un salto explosivo y un golpe fuerte con la palma de la mano.
Es crucial saber leer la posición del bloqueador para decidir si rematar directo o intentar un remate cruzado.
6. Bloqueo: Tu muro impenetrable en la red
El bloqueo es tu mejor arma para frenar los ataques del equipo contrario.
Requiere reflejos rápidos y una buena sincronización con tus compañeros.
El objetivo es saltar cerca de la red y colocar tus manos por encima de ella, cerrando los ángulos para que el remate rival no pase.
Para bloquear bien, tienes que leer el movimiento del atacante y reaccionar a tiempo.
Es importante mantener los brazos firmes y ligeramente separados para cubrir más espacio.
Un buen bloqueo no solo detiene el punto, sino que también desmoraliza al rival.

7. El saque flotante: Desconcertando al rival
El saque flotante es un saque táctico que puede desarmar al equipo contrario.
Como el balón no lleva rotación, se mueve de manera impredecible en el aire, lo que complica la recepción.
Para dominarlo, golpea el balón con la mano abierta y sin darle efecto.
Asegúrate de que el lanzamiento previo al golpe sea firme y controlado.
Un buen saque flotante puede cambiar el ritmo del partido y hacer que el rival pierda confianza.
8. El saque por salto: Máxima velocidad y efecto
El saque por salto es ideal si buscas generar potencia y efecto en el balón.
Al incluir un salto previo al golpe, le das al balón más velocidad, lo que complica aún más la recepción del rival.
Para perfeccionarlo, practica la coordinación entre el lanzamiento, el salto y el golpe.
Un saque mal sincronizado puede terminar en error, pero uno bien ejecutado puede asegurar puntos rápidos.
9. Defensa y recepción: Mantén el balón en juego
No siempre podrás atacar, por lo que tener una buena defensa es crucial.
La recepción se utiliza para manejar saques potentes o remates rápidos del equipo contrario.
La clave está en anticiparte al movimiento del balón y posicionar tu cuerpo para recibirlo con precisión.
Para una buena recepción, debes mantenerte en movimiento constante, con las rodillas flexionadas y los brazos listos para actuar.
Una defensa sólida garantiza que puedas armar un contraataque efectivo.
10. Comunicación: El golpe invisible pero esencial
En el voleibol, la comunicación es clave. No importa cuán bien ejecutes los golpes si tú y tus compañeros no están alineados en cada jugada. Asegúrate de avisar cuando vas por el balón y de dar instrucciones claras para evitar confusiones.
Un equipo que se comunica fluida y eficazmente puede coordinar ataques, bloquear con éxito y salvar pelotas difíciles, aumentando sus posibilidades de ganar.
Ahora ya sabes lo básico para que construyas de ahí
Dominar estos golpes básicos es esencial para llevar tu juego al siguiente nivel.
No importa si eres principiante o ya tienes experiencia: siempre hay espacio para mejorar.
Con práctica constante y atención a los detalles, pronto notarás cómo estos movimientos se vuelven naturales y tus habilidades evolucionan.
Así que ponte tus rodilleras, sal a la cancha y comienza a practicar.
¡Tu mejor versión como jugador de voleibol está a un golpe de distancia!
Y en blog Martí nos fascina este deporte.
Encuentra más información como “10 ejercicios para llevar tu bloqueo al siguiente nivel“.